La detención de Julio De Vido generó un fuerte cimbronazo en el núcleo duro del kirchnerismo. Algunos prefirieron el silencio, otros eligieron ocupar las primeras planas de los programas de radio o televisión para defenderlo y expresar su desacuerdo con el arresto.

La postura que sorprendió a un puñado de dirigentes fue la de Cristina Fernández de Kirchner. "No pongo las manos en el fuego por De Vido. Solo por mis hijos y por mí, pero por nadie más", sentenció la ex mandataria durante una entrevista con Elizabeth Vernaci en Radio Con Vos.

Una vez detenido, el ex ministro publicó una contundente carta que reflejó su enojo y decepción que le provocó la postura de la ex Presidenta. Incluso ayer hizo lo propio la ex mujer de De Vido, quien dijo que la ex jefa de Estado tuvo un trato "inhumano” con su pareja.

La defensa de Aníbal y Moreno 

Dos que rápidamente tomaron una postura divergente fueron el ex secretario de Comercio, Guillermo Moreno, y el ex jefe de Gabinete de la Nación, Aníbal Fernández.

A contramano de Cristina, hicieron público su apoyo a De Vido e incluso le hicieron saber a la familia del ex funcionario sobre la intención de visitarlo a la cárcel de Marcos Paz. Restará esperar la respuesta de los más cercanos al ex funcionario, aunque todo parece indicar que podrán ir a verlo.

Se suma Pichetto

Por su parte, distanciado del kirchnerismo, el ex jefe de bloque del Frente para la Victoria en el Senado se sumó a la lista. "La gente que está en la cárcel está en una situación de desgracia, y hay que tener un sentido de solidaridad", dijo en Código Político.