En un mensaje grabado desde Casa de Gobierno y en medio de la tensión económica, el presidente Mauricio Macri intentó explicar hoy los motivos por los que cree que el país está "en emergencia" y confirmó dos medidas destinadas a reducir el déficit fiscal que habían trascendido el fin de semana: el incremento de las retenciones al sector agropecuario y la reducción de su gabinete a la mitad.

Con un tono más natural que en oportunidades anteriores y hasta haciendo ademanes con las manos, el presidente dijo que el país fue azotado por "todas las tormentas juntas", volvió a pedirle a la sociedad tolerancia con su gestión, cargó las tintas sobre el kirchnerismo y repitió varias veces que el Estado "no puede gastar más de lo que tiene", los pilares sobre los que sustentó sus anuncios.

"Les voy a hablar con el corazón y con la verdad, como siempre", adelantó al comenzar su mensaje, el que admitió que tuvo que tomar "decisiones antipáticas" en estos primeros tres años de Gobierno pero advirtió, otra vez, que el país iba "camino a ser Venezuela".

Gracias a las decisiones tomadas, remarcó, durante dos años el mercado "apoyó" su programa de Gobierno, por eso "la economía creció casi dos años seguidos", pero en los últimos tiempos se dieron situaciones que estuvieron "fuera del control" del Ejecutivo, como la suba del precio del petróleo en el mundo, el incremento de las tasas en Estados Unidos y la guerra comercial que ese país mantiene con China.

También reconoció que el Ejecutivo tomó "medidas que generaron algunas dudas", pero repartió responsabilidades con la sociedad y con la oposición. "Otras dudas las generamos como argentinos, que no fuimos capaces de mostrar unidad", sostuvo, y puso como ejemplo la aprobación de la "ley antitarifazo", que luego vetó.

La disparada del dólar de la semana pasada se produjo, según el jefe de Estado, por los "problemas de Turquía y Brasil" y por la desconfianza de los mercados en el país, profundizada por el escándalo de los cuadernos del chofer Oscar Centeno.

Retenciones y recorte de gabinete

Como parte de las medidas para reducir el déficit fiscal, Macri reclamó a los sectores de altos ingresos "que su aporte sea mayor" y anunció que habrá un incremento de las retenciones al sector agropecuario. A pesar de que consideró que son "un impuesto malísimo" y que va en contra de lo que el Gobierno busca fomentar, subrayó: "Es una emergencia y necesitamos ese aporte". También confirmó que reducirá la cantidad de ministerios a la mitad y habló de "compactar el equipo" para hacerlo más eficiente.

"Los predicadores del miedo"

"Esta crisis no es una más, tiene que ser la última", se envalentonó el mandatario, que trazó los límites de la grieta política con el kirchnerismo: "No me van a encontrar del lado de los que especulan con la próxima elección".

Dijo, además, que los argentinos están "hartos" del pasado al que no quieren volver y sostuvo que "el cambio es también enfrentar a los que se resisten al cambio", a quienes definió como "los predicadores del miedo, aunque segundos después volvió a convocar al diálogo.

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