My very own Cavallo
Quisiera tener dos horas de talento en música estilo Melero para escribirle una canción bien pop a Cavallo y decirle jefe don´t worry, el mundo es de los valientes. Cavallo tiene setenta y dos o setenta y tres y dos jueces de una Cámara le quieren dar la domicilaria de premio a la trayectoria por decir lo que era verdad, que los funcionarios de Menem cobraban una parte del sueldo en negro. En el campeonato político si decís la verdad cagaste. Pésimo jugador de truco Cavallo, seguro se aburre, cómo las verdaderas personas de bien, que en los asados miran de afuera o salen al pasto.
Mi hijo escuchó a dos niños profesores del colegio hablar al pedo de Cavallo. Después me preguntó. Le dije que el 95, cuando era ministro de Menem fue a informar al Congreso sobre la economía pero mejor les dijo que había un tipo que se llamaba Yabrán, que era socio de Menem, que controlaba todo lo que entraba y salía de la Argentina y tenía un ejército privado hecho de torturadores y asesinos. Bolas, sería.
Los años de Menem de Cavallo fueron años de estabilidad con reglas, crecimiento e inversión en los fierros de infraestructura de los que todavía vivimos. La gente todavía pedía uno a uno en las elecciones del 99, cuando las ganas de para siempre de Menem y la devaluación de Brasil la habían dejado caduca.
Una tarde del 97 Cavallo pidió que lo comuniquen con el Presidente. Hacía un año y medio que no estaba en el gobierno y hacía campaña para diputado en las escaleras de los juzgados que Menem le había prometido por la radio iba a recorrer. No habían hablado desde que Menem lo sacó del gobierno, en la mitad del 96. Menem atendió, se saludaron con la cordialidad profesional de los que nunca fueron amigos y con respeto. Cavallo le dijo que se iba a encontrar con el Presidente de Brasil, Fernando Henrique Cardoso, y que llamaba para informarle y para preguntarle si había algun mensaje del país para transmitir. Después habló Menem, cortaron y Cavallo pasó a otro tema.
Empecé a vomitar en una avioneta Cessna que que se movía como en semi círculos por el calor que sube de la tierra en verano. Cavallo me sostuvo la frente y la nuca, me dijo que no me preocupara y que vomite todo, que eso me iba a aliviar. Otra tarde entre pesando una tonelada de haloperidol, a la oficina del Ministro de Economía, en el 2001. Me había saltado la térmica, le había aplicado la patada circular a unos canas,después había dormido en un loquero del que me había sacado Cavallo, esa tarde me dijo que si quería volvía a estudar afuera y que si quería seguía siendo su jefe de prensa. Me quedé y vi a un tipo intentando que salga bien lo que todos los días salía mal, mientras los radicales se comían entre ellos y los peronistas se frotaban las manitos.
Cuando el gobierno se terminaba le dije a Cavallo que teníamos que pensar en una manera de protegar un poco su reputación, era lo suficientemente verde como parar pensar que había manera. Cavallo me dijo que le importaba un carajo su reputación y que no volviera a hablarle del tema.
Trabajé con Cavallo entre 1997 y el 2002. Lo vi tratar a todas las personas como iguales, ni desde arriba ni desde abajo. Entendí el truco viéndolo escuchar a un señor viejo y borracho, con un saco verde, completamente meado que le hablaba a la salida de un acto. Cavallo me dijo que no con un gesto, sin mirarme, cuando me acercaba para sacarle el olor de encima.
Nunca lo escuché a Cavallo hablar de guita. La gente en general habla de lo que le gusta, al gordo Cavallo le gusta comer con vino y postre aunque lo hacía un poco furtivo, siempre a regimen. Cavallo es un hombre de una sola mujer y siempre lo vi tratar a las mujeres de igual a igual. Sonia Cavallo me hacía un café muy dulce cuando Cavallo paraba a dormir la siesta. Cavallo y Sonia eran un super team desde que a Cavallo se enfriaba el culo sentado en un escalón de marmol para llamarla por telefono desde una pensión en la Universidad. Siempre me pareció que cuando estaban solos chapaban. Los hijos son buenos pibes, estudiaron, laburan, hacen su vida siendo los hijos de Cavallo. Medio eso, al monstruo no lo vi.
Cavallo dice la Argentina. En el uso del artículo siempre vi que el sentido de su vida es la patria. Estoy seguro de que entiendo como es la patria que siente Cavallo. Para mi que la siente con la emoción de lo posible, de que el Estado sirve para transformar y que el Poder es para usarlo. Una noche llamó Charly Garcia que estaba en Tabac para invitarlo a Cavallo, pero se había ido a dormir. Hace poco una chica que salió tapa en una canción de Charly me dijo que puede ver el almas de las personas. Seguro que si se cruzan Charly dice que Cavallo tiene un aura luminosa y ok.
Salvando las distancias, otro que está compli en la justicia estos días es Pablo Moyano. Lo acusan de temas tipificados como choreo. Moyano fica en Suiza y mientras vuelve dice que es para tapar el aumento del gas (Blopa, la gente no está tan pendiente de vos), y dice que sería show de lo detengan en Ezeiza, mucho no se la aguanta, a pesar de andar con unos nenes espeluznantes.
Cavallo en cambio no va a descender al lloriqueo si la Corte, adonde recurrio, no tiene sentido de la Argentina y lo caga. Cavallo sabe que la va a parir hasta el final y aguanta.