Según el último reporte de la policía de la Ciudad, ya recibieron atención médica más de 100 personas, entre las que había 55 policías heridos. Además, las fuerzas de seguridad informaron que, en el marco del clima de violencia que se generó en la manifestación en el Congreso, ya fueron detenidas 60 personas.

A diferencia del jueves, el operativo de Seguridad estuvo a cargo de la policía de la Ciudad y las fuerzas de Gendarmería y la Policía Federal quedaron relegadas aunque se encontraban listas para intervenir. Esta disposición del Ejecutivo se corresponde con las órdenes de la Justicia.

Sin embargo, la fuerza que comandó el operativo se vio desbordada tras el avance de un grupo numeroso de violentos que arrojaban adoquines que rompían del piso de la Plaza del Congreso. Más allá de los conflictos, la mayoría de los manifestantes reclamaron pacíficamente.

Tras el avance de este grupo minoritario, la Policía Federal ingresó a la plaza con unos 150 efectivos para cooperar con la policía de la Ciudad. Además, la orden de sólo resistir la embestida cambió pasadas las 17 horas.

En ese marco, las fuerzas de Seguridad volvieron a tirar balas de goma, gas pimienta y comenzaron a perseguir y detener a los manifestantes.