La bomba casera que este miércoles explotó en el cementerio de Recoleta y el intento de ataque a la casa del juez federal Claudio Bonadio pusieron en alerta al Gobierno, a dos semanas del inicio de la cumbre del G20.

Los dos episodios, ocurridos con pocas horas de diferencia, encendieron las alarmas en el oficialismo, que reforzó la seguridad en la previa del encuentro internacional y tiene previsto un férreo operativo para los dos días que durará la reunión.

El secretario de Seguridad porteño, Marcelo D´Alessandro, apuntó a grupos "anarquistas" y los catalogó como "peligrosos". En declaraciones a radio La Red, señaló: "Aunque tienen una precariedad en la conformación de los artefactos son grupos peligrosos a los que se debe prestar atención por muy pequeños que sean".

La preocupación del Gobierno y las fuerzas de seguridad por estas horas pasa por saber si hay posibilidad de que se produzcan nuevos intentos durante la cumbre del G20, que tendrá lugar entre el 30 de noviembre y el 1 de diciembre en Costa Salguero.

Este lunes, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, remarcó que "no hay razones" para pensar que pueda registrarse un atentado durante la cumbre. Fue luego de que el gobierno del  Reino Unido diera un aviso sobre potencial riesgo en ataques en el país. "Esperemos que en estos días den marcha atrás con ese aviso", aseguró la funcionaria nacional y reiteró que la Argentina "está preparada para garantizar" la seguridad.

Este jueves, Bullrich dijo que los dos atentados están "conectados" y los enmarcó en la cumbre del G-20. Además, dijo que serán "contundentes y fuertes en el cumplimiento de la ley".

Previa al G20: alarma en el oficialismo por la bomba en Recoleta y el intento de ataque al juez Bonadio

Por la bomba que explotó en el mausoleo de Ramón Falcón en el cementerio de Recoleta, la Policía Federal detuvo a 12 personas. En las primeras horas de este jueves hubo un allanamiento en una casa de San Cristóbal donde se secuestraron caños y pólvora.

En tanto, un hombre de 26 años fue detenido luego de arrojar un paquete explosivo en la casa de Bonadio, en el barrio porteño de Belgrano. El fiscal de la causa de los cuadernos, Carlos Stornelli, atribuyó el ataque a Bonadio a esa investigación.

El atacante arrojó el paquete a través de la reja de la casa al patio delantero de la casa, el cual quedó debajo del auto del juez que se encontraba estacionado. Luego de que los efectivos que custodian la casa del magistrado arrestaran al joven, la brigada de explosivos hizo detonar el paquete.