Fortnite: el gigante que dominó a Sony
Finalmente el juego del momento hizo que PlayStation diera el brazo a torcer para que sus usuarios jueguen con personas de otras consolas.
Uno de los temas más picantes en la industria de los videojuegos en los últimos tiempos tuvo que ver con el pedido de usuarios, desarrolladores y publicadores para que todas las plataformas y consolas puedan jugar online entre sí.
A esto se le llama “cross-play” y básicamente consiste en que si quiero jugar Fortnite, por ejemplo, y estoy en Xbox One pueda hacerlo con alguien que usa una PS4. Esto no sucede en la gran mayoría de los casos lamentablemente, salvo por contadas ocasiones donde alguna consola interactúa con la PC (Rocket League, por ejemplo). Microsoft y Nintendo han mostrado buena voluntad para hacer algo que a simple vista suena bastante sencillo y lógico. Juntos le permitieron a usuarios de ambas plataformas poder jugar Minecraft y también Fortnite.
Pero la que siempre se mantuvo firme con la postura de no jugar online con otras consolas fue Sony. Sus directivos salieron a declarar en varias ocasiones que si tenés Fortnite en PS4, tenés más de 80 millones de personas con las que jugar (en referencia al número de consolas vendidas por la compañía). Esta arrogancia fue sostenida hace poco con lo que salió a comentar el CEO de la empresa, Kenichiro Yoshida, que lisa y llanamente dijo que “nuestra manera de ver este asunto, es que PlayStation es simplemente el mejor lugar para jugar y brindamos la mejor experiencia de usuario en Fortnite”.
Cuando todas las esperanzas de que Sony mostrara un poco de sentido común se estaban perdiendo, Fortnite comenzó su sexta temporada. Con cada nueva batería de contenido al juego del momento, se suman los reclamos de la comunidad de que amigos o amigas que tienen PS4, Xbox One o Nintendo Switch, puedan jugar todos juntos. Finalmente la presión fue tan grande que Sony comenzó a permitir el bendito cross-play. La clave estuvo en que no se quieren perder parte de la ganancia de las compras del "Pase de Batalla". Si no hubiera habilitado jugar con otras consolas, muchas personas que quieren aprovechar todas las locuras cosméticas que el juego propone, quizás hubieran invertido su dinero en plataformas más abiertas o que les permiten jugar con personas que no comparten su consola.
Por su parte, la temporada seis de Fortnite trae varias novedades: una nueva zona en el mapa, que cambia por completo las partidas a nivel estratégico; nuevos items, que nos vuelven invisibles por un tiempo limitado (aunque están revisándolos porque están un poco desbalanceados) y; además, ahora podemos tener mascotas en nuestra espalda como un perro, un dragón o un camaleón (sí, son adorables).
Esta nueva temporada trae además una nueva serie de desafíos semanales y diarios para completar; es increíble como constantemente la gente de Epic Games renueva el interés por un juego que parece no tener techo y que a simple vista puede ofrecer la misma experiencia una y otra vez, pero que se siente más vivo que cualquier otro juego del mercado, evolucionando y mutando constantemente.
A pesar de lo mucho que esta noticia es celebrada, no hay que hacerse ilusiones de que esto se vaya a extender a muchos otros juegos. Que Sony haya habilitado el cross-play habla más de la magnitud de Fortnite que de un cambio de mentalidad de PlayStation. Esto no sucederá con FIFA, Call Of Duty, Battlefield ni prácticamente cualquier otro juego online del mercado. Quizás eventualmente la presión sea tan grande que otros títulos se sumen a la lista, pero eso ya depende más de los usuarios y de cómo voten con su bolsillo.
Por supuesto que sería genial comprarnos FIFA 19 en nuestra Xbox One y jugar con un amigo en PS4, pero por ahora no hay planes para que eso suceda. En ciertos shooters competitivos uno podría entender que esto no suceda con PC, pero entre consolas que ofrecen una experiencia prácticamente idéntica las excusas comienzan a quedar cada vez más en evidencia.
Resta por ver qué sucederá en la próxima generación de consolas donde quien no tenga retrocompatibilidad (poder jugar títulos de anteriores consolas de una misma compañía) y quien no haga buena letra con el cross-play pueda sufrir la indiferencia de los usuarios y quede relegada.
La generación anterior de consolas se definió porque Microsoft quiso apuntar más a la TV que al gaming y porque no leyeron bien lo que la comunidad quería de una nueva tanda de plataformas. En su momento PlayStation lo hizo, luego perdieron el tacto y ahora parece querer no mandarse más pifies.
Mientras tanto, disfruten de poder jugar Fortnite con quien quieran, cuando quieran y donde quieran.