El 2018 no viene siendo un gran año en más de un sentido, y el cine no le escapa a esta tormenta. Cuando me senté a armar el listado pensé que iba a tener muchas para elegir, pero medio que a duras penas llegué a juntar siete. Hasta esperé el estreno de la última Misión Imposible, en la que deposité mis últimas esperanzas del mes, pero más allá de ser una gran película, no merece integrar esta selección de honor.

Para ser justos, esta nota tendría que haber salido a principios de julio, pero se interpusieron nuevas temporadas, especiales de comedia y hasta un mundial. Habiendo aclarado esto, acá va lo mejor que entregó el 2018 hasta el momento.

5. Avengers Infinity War

Obviamente que donde tenga la oportunidad de poner algo sobre esto lo voy a hacer porque Avengers: Infinity War es, sin dudas, la película más grande del año. Esta increíble producción de Marvel logró una taquilla mundial de más de US$2 mil millones, de los cuales colaboré con dos entradas e incluso vi gente desintegrarse del llanto al lado mio.

El desembarco de Thanos en la pantalla grande era un evento culminante para el Marvel Cinematic Universe y no decepcionó; de hecho la actuación de Josh Brolin es una de las principales fortalezas de esta película, ya que le brinda al Mad Titan una complejidad y dinamismo que le falta a muchos villanos de la MCU.

La película termina con un impactante cliffhanger, que se siente como un "final de temporada" del cual esperamos lo más rápidamente una continuación. Si bien se anuncia como una película separada, es un poco difícil juzgar qué tan bien se sostiene Infinity War sin ver la resolución de la historia en Avengers 4, pero ciertamente todos estamos intrigados. En unos días llega a las plataformas digitales.


4. Hereditary

No soy un gran fan del cine de terror, más que nada porque no soy de esas personas que se asusta fácilmente. Me cuesta entrar en clima y el mantra de "es solo una película" tiende a funcionar perfecto. Pero todo eso no me funcionó con Hereditary.

¿Qué hace que esta película sea tan buena? Todo está en las actuaciones: que Toni Collette es increíble no es ninguna sorpresa, pero en esta película está en un nivel superlativo. Interpreta a Annie, una artista que trabaja desde su casa construyendo miniaturas de su propia vida con diseños bastante raros. Cuando muere su anciana madre, la familia de Annie se encamina en una pesadilla de dolor y agonía, donde cada elección y circunstancia los acerca a su inevitable perdición.

Filmada con una tremenda precisión y construida de manera tal que es inevitable arrastrarse en la pesadilla junto a ellos, Hereditary (acá se estrenó con el horrible título de El Legado del Diablo) es una de las películas más deslumbrantes del año. Es una experiencia física intensa que se te persigue incluso días después de verla.


3. Isle of Dogs

Una de las películas que más se esperaba este año y que no defraudó ni un poco. Wes Anderson en esta ocasión nos entrega la sucesora espiritual de Fantastic Mr. Fox de 2009. La historia es sencilla: una banda de perros rechazados recorre la Isla Trash para encontrar a un miembro perdido de la manada y reunirlo con su dueño humano.

Pero lo que hace que Isle of Dogs sea una película obligada no es la risa que genera (en especial el gran Bill Murray), sino las conversaciones difíciles que se encienden gracias al comentario cultural fuera de lugar de Anderson. Más allá de lo impecable de la técnica de stop motion, del enorme trabajo de los actores en las voces, Isla de Perros es una película increíble en sí misma. Ya se consigue online en más de una plataforma. Guiño.


2. Hearts Beat Loud

"No somos una banda", le dice Sam a su padre Frank (el enorme Nick Offerman) en Hearts Beat Loud, un musical amistoso sobre un viejo hipster de Red Hook que necesita dejar ir a su hija y sus sueños de estrellato del pop. Pero nuestro querido Frank no tiene intenciones de renunciar a ninguna de las dos, al menos no hasta que su hija abandone Brooklyn por California para ir a la Universidad.

Lo que sí hace es abandonar la tienda de discos que tiene desde hace 17 años y la dignidad que le impidió pedirle a Leslie (Toni Collette) una cita. Esa es la premisa de esta historia que acá se pudo disfrutar en el último BAFICI.

Casi como la versión indie de School of Rock, tiene hasta el cameo de Jeff Teddy de Wilco y canciones de Cigarettes After Sex en el soundtrack. El resultado es tan agradable y pasajero como la sensación de ser joven y genial. Ojalá llegue a las salas argentinas antes de fin de año.


1. A Quiet Place

Creo que escribí esta nota sólo para hablar de A Quiet Place. Casi seguro vamos a retomar este mismo puesto al final del año cuando escriba la obligada lista de lo mejor del 2018. Esta película es una montaña rusa de esas que sufrís, pero te dejan con un nivel de adrenalina elevado.

Después de que unos monstruos que odian el sonido se apoderan del planeta, un hombre (John Krasinski) y su esposa (La reina del universo, Emily Blunt) llevan una vida de extrema precaución con sus dos hijos, protegiéndolos de un mundo cuidadosamente sostenido en susurros y silencio relativo. Como bien suponen, los monstruos tienen otros planes.

A Quiet Place es un logro cinematográfico y de género que, sin ánimos de exagerar, se discutirá, analizará y celebrará en los próximos años. Es un film que cuenta con un concepto central escalofriante, actuaciones estelares y elementos técnicos que se combinan de una manera que la convierte en una experiencia trascendente.

No te permite sentarte y ver cómo se desarrolla. Estás completamente consumido por la atmósfera y el diseño de sonido hasta el punto de que vos sos incapaz de producir el más mínimo sonido. A Quiet Place ayuda a romper el molde y allana el camino hacia un reconocimiento más amplio y prestigioso para Jim, ese que se canso de mirar a cámara en The Office.