Luis Miguel, La Serie: lo clásico nunca pasa de moda
Para los que somos adictos a las series, los domingos siempre fueron días especiales. Primero con Lost, después con Breaking Bad y, un poco más cerca en el tiempo, con Game Of Thrones. Claro, nunca imaginamos que este lugar de privilegio lo podría llegar a ocupar una serie basada en la vida del sol de México: Luis Miguel, el nuevo éxito de Netflix que, este domingo, después de 13 episodios, termina su primera temporada.
Como bien dijo hace poco Matías Castañeda, Netflix logró que todos estemos un domingo a las 23hs pendientes de una pantalla, algo que la misma plataforma venía a cambiar para siempre, pero parece que "lo clásico nunca pasa de moda".
Nadie se imaginaba que la serie fuese realmente buena. Mucho menos después de aquellos afiches que empapelaron las calles porteñas. "Esto va a ser una bizarreada", pensé -y seguro todos ustedes también. Pero no.
Podríamos decir que es una típica novela mexicana con alto presupuesto, pero nos estaríamos quedando muy cortos. Demasiado. Si bien tiene elementos de culebrón, presume de un casting increíble, una banda sonora única y relata la historia de un joven que no tuvo opción, que se vió obligado a ser Luis Miguel, que tiene un padre violento y explotador, y una madre desaparecida.
Uno de los principales factores del éxito es que está basada en hechos reales de la vida del cantante. "Durante décadas muchas personas han hablado de mi vida y muchas más han creado sus propias versiones. Ahora he decidido contar yo mi propia historia", señaló el mismísimo Sol de México para promocionarla.
El encargado de interpretar al cantante es Diego Boneta, quien comenzó en Rebelde (la versión mexicana de Rebelde Way) pero que también dio sus pasos en Hollywood, tanto en cine (Rock of Ages), como en series (Pretty little liars) y logra meterse de lleno en el personaje.
Boneta no actúa de Luis Miguel, Boneta es Luis Miguel. Podemos ver en él los gestos y actitudes que tenía Luis Miguel en su juventud y hasta se anima a ponerle voz a los temas del cantante. Boneta logra humanizar, tal vez como nunca antes, a una leyenda de la musica.
La serie incluso se permite tocar temas totalmente ocultos, como la relación (o la falta de ella) con su hija Michelle Salas, las fiestas y excesos del cantante en su mejor época, y hasta sus problemas con el fisco mexicano.
Pero en la serie vemos a más de un Micky. Quién interpreta los comienzos del cantante es Izan Llunas (nieto de Dyango, un dato solo apto para mayores de 30 años), que no solo sorprende por el enorme parecido que tiene con el cantante cuando este era solo un niño, sino también por su voz.
La adolescencia del rey sol está reservada para Luis de la Rosa, quien aparece en el octavo episodio para encarnar la pubertad del cantante.
Otra de las variables que hace verdaderamente especial a esta serie, y básicamente a cualquier historia, es la presencia de un buen villano, y en este caso es el mismo padre de Luis Miguel: Luisito Rey, interpretado por el brillante Óscar Jaenada que deja a Darth Vader o al Jack Nicholson de The Shinning como grandes ejemplos de padres.
Luisito Rey es despreciable, explota a su hijo, se aprovecha de su fama, es alcohólico, engaña a la madre con las tutoras del niño, lo droga para que siga facturando y podría seguir enumerando. Luisito es presentado desde el minuto cero como el verdadero responsable de todos los males de Micky.
Tan odiado es Luisito Rey que en México una marca de remeras agotó todo su stock de un modelo que reza “Te odio Luisito Rey”, y hasta el (ahora ex) Presidente Enrique Peña Nieto se animó a bromear con que era la persona más odiada de México. Tan bueno es este personaje que pese a todo lo malo que genera, en el episodio 11 logra generar lástima con solo estar parado en un rincón con una pata de jamón.
Pero no se dejen engañar porque, finalmente, la gema final de esta serie es un gran misterio sin resolver. En Resistiré era la casa de al lado, en Lost eran “Los Otros”, pero en Luis Miguel: La serie es ¡¿Dónde está Marcela?!.
Las teorías falopa que rodean a la serie hablan de que todo esto es la manera que encontró Luis Miguel para contarnos que su padre fue el verdadero asesino de su madre (algo que se insinúa más de una vez a lo largo de los 12 episodios). O peor: es un pedido de ayuda del cantante para que todos nos solidaricemos con la búsqueda.
Lo cierto es que seguimos sin saber qué fue de la suerte de Marcela (interpretada por la bellísima Anna Favella) y, con una segunda temporada confirmada, es muy improbable que lo sepamos en el episodio final.
Párrafo aparte para las mujeres de la serie: Mariana y Erika, las dos novias de Luis Miguel que conocemos en la serie. La primera, interpretada por la colombiana Paulina Dávila, que sorprende por su parecido físico a Shakira, le da vida una fotógrafa, que será siempre recordada como la responsable de romper en mil pedazos el corazón de nuestro ídolo y ganarse de esa forma la dedicatoria de la canción Culpable o No (Cartel de temazo).
La segunda, Erika, es interpretada por Camila Sodi, quien encarna al personaje de Isabella Camil, una de las novias más importantes de la vida de Luis Miguel y a la que la serie señala como la responsable de inspirar el disco Romance. Todos nuestros respetos para Isabella y todo mi amor para Camila.
Por último, pero no menos importante, todo verdadero clásico del cine o la TV tiene una frase característica, esa que termina en una remera o que se repite como un mantra entre sus fanáticos. En Star Wars es, claramente, “Que la fuerza te acompañe”; en Casablanca es “Siempre nos quedará París” y; en Luis Miguel, La Serie tiene destino de clásico su "Nunca nadie de arrepiente ser valiente". Frase repetida más de una vez por Hugo López, el mánager argentino del cantante.
El domingo 15 a las 23hs la serie concluye su primera temporada. A mediados del 2019, se supone, llegará la segunda parte de esta historia, de la que, hasta el momento, se sabe poco y nada. Pero de lo que sí estamos seguros es que el sábado 21 de julio, estamos todos citados a la primera Luismi Fest para continuar con la euforia que generó esta serie en todos nosotros.