Zaffaroni en el centro de la polémica: presos políticos, ley para revisar causas y fotos papales
Eugenio Raúl Zaffaroni no sabe lo que es el perfil bajo ni aunque lo busque. Uno de los doctrinarios penalistas más famosos de la historia argentina, con libros que han forjado carreras de abogados penalistas desde 1979, ha ocupado distintos cargos de Juez sin interrupciones desde 1975 hasta que se jubiló como ministro de la Corte Suprema de Justicia a finales de 2014. Poco tiempo después, volvió al ruedo como miembro de la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
Desde hace ya 48 horas el magistrado es tendencia en redes sociales y centro de atención en varios editoriales por distintas cuestiones. En orden de aparición, una foto con el Papa Francisco dio la vuelta a todas las tapas de la Argentina. En un encuentro entre la máxima autoridad del catolicismo y varios jueces de la Argentina, Zaffaroni emitió un discurso en el que expuso que "cada sentencia es una acto político", que "el derecho es lucha, y tenemos que ser partisanos y políticos", y que es "mentira" que un juez puede ser neutral e imparcial. Y agregó: "No podemos ser ni apartidarios ni aideológicos, porque no hay ningún ser humano que sea así, y si lo hay, es un ser patológico, no es un juez. Asumamos nuestra responsabilidad, tengamos conciencia de lo que debemos hacer y sigamos luchando".
Sobre el final de ese mismo encuentro, Francisco manifestó su "preocupación" por "una nueva forma de intervención exógena en los escenarios políticos de los países, a través del uso indebido de procedimientos legales y tipificaciones judiciales". Asimismo, el Papa le pegó a la modalidad "off the record" al sostener que pone "en muy serio riesgo la democracia, generalmente es utilizado para minar los procesos políticos emergentes y propender a la violación sistemática de los derechos sociales". Por último, el ex arzobispo de Buenos Aires dijo que "para garantizar la calidad institucional de los Estados, es fundamental detectar y neutralizar este tipo de prácticas que resultan de la impropia actividad judicial en combinación con operaciones multimediáticas paralelas". El video no pasó desapercibido: fue compartido por Cristina Fernández de Kirchner en su cuenta de Twitter el mismo en el que el juez federal Claudio Bonadio ampliaba su procesamiento e iniciaba la elevación a juicio de una parte de la Causa de los Cuadernos.
Durante la jornada de este lunes, Zaffaroni rebotó por todos lados por las declaraciones que brindó a El Destape Radio. Habiendo sido parte de la Corte que anuló los indultos firmados por Carlos Menem en 1989 y 1990, el magistrado tuvo cuidado y ratificó su posición en contra de indultos y amnistías. Sin embargo, sugirió que es necesaria una ley que habilite a la revisión de todas las causas que investigan la corrupción, pero utilizó un término que levantó aún más polvareda: "presos políticos".
"Llegado un gobierno de otro signo habrá que hacer unos parches en cuanto a la estructura del Poder Judicial en la medida que lo permita nuestra Constitución", sostuvo el juez y explicó que "de alguna manera habría que pensar un método revisor extraordinario en los casos en los que se ha visto arbitrariedad". Desde su óptica, Zaffaroni considera que puede sancionarse una ley que permita "revisión extraordinaria ante una cámara y de ahí a la Corte". Pero no frenó allí: "Habrá que pensar si vale la pena mantener la estructura de la Corte, si hay que cambiarla un poco".
Las actitudes –y sobretodo los dichos– de Zaffaroni en los últimos días se convirtieron en el centro de debate de los programas políticos. Anoche, sin ir más lejos, fue el apellido del juez comenzó a picar en punta en las redes sociales –y se mantiene en la cresta– luego de una discusión aireada entre el periodista Pablo Rossi y el consultor político Raúl Timmerman en Animales Sueltos. De paso, la ligó el Papa.