El ministro de Energía, Juan José Aranguren, conoce de cerca el negocio de las petroleras. El ex CEO de Shell es el elegido por Mauricio Macri para una batalla con viejos conocidos: los dueños de las grandes petroleras.

¿Cuál es el plan del Gobierno? Evitar que aumenten los precios de las combustibles por dos meses y que eso se traslade a los números de la inflación de los próximos meses. En Cambiemos, según pudo saber elcanciller.com, confían en que Aranguren reciba un gesto de buena voluntad para postergar la suba en las compañías.

Entonces, inmerso el objetivo de reducir el impacto de la devaluación y la suba del precio del crudo sobre los combustibles, Aranguren mantendrá esta tarde un encuentro con los principales ejecutivos para avanzar en un acuerdo común.

Sin embargo, las petroleras más fuertes con sede en Argentina no ven con buenos ojos la idea de suspender nuevamente el incremento en los precios. ¿Por qué? La escalada del dólar golpea directamente al valor del crudo, aunque otros, por lo bajo, reconocen que Cambiemos no intervino casi nunca desde que se liberó el precio de los combustibles.

Incluso, Aranguren ya les informó a los suyos en la Casa Rosada que la peor opción sería intervenir el mercado del petróleo, lo que provocaría una mala señal para el mundo financiero y un costo político a futuro. ¿El último aumento en los combustibles? A principios de abril, con subas promedio del 4,5%, si bien en el caso de YPF el número fue menor.

En definitiva, el escenario no es el más cómodo para el ministro de Energía, que espera un guiño de viejos conocidos, pero que hoy están en la vereda de en frente y no contemplan los mismos intereses. Marcos Peña y Durán Barba quieren evitar como sea un nuevo golpe a la inflación. Todo está en manos de Aranguren.