Aunque en todos los sectores coinciden en la necesidad de que una mujer integre la fórmula que busque vencer a Macri en las elecciones del año que viene, el peronismo sigue sin encontrar una referente que pueda ocupar ese lugar y los candidatos que se perfilan para competir la ¿interna? de 2019 son, por ahora, todos hombres.

Según Sergio Berensztein, las chances del peronismo de volver al poder están sujetas a dos variables: su propia unidad y la grieta en la alianza oficialista.

El cálculo del consultor es casi proporcional, pero en direcciones opuestas: cuanto más cerca esté el acuerdo del PJ de ir a una interna y más se distancien los sectores que integran Cambiemos, más chances habrá de que un peronista llegue a la Rosada. La UCR y Carrió les facilitaron el trabajo, pero no todos leyeron la jugada.

El gobernador de Salta lanzó su candidatura el 11 de diciembre de 2015. Con la limitación de no poder volver a presentarse a gobernador y el doble impulso del peronismo no kirchnerista -que necesita un candidato joven- y del macrismo -que necesitaba un opositor razonable- el destino de Urtubey parecía ser uno solo: la presidencia de la Nación. Aunque manifiesta no estar decidido, tiene un lugar prácticamente garantizado, al menos, en una de las fórmulas que el PJ presentará el año que viene, con o sin interna.

En el extremo opuesto quedó Agustín Rossi, que confirmó su precandidatura pero la condicionó a la decisión de Cristina: si le pide que se baje, lo hará. Por ahora, la expresidenta no tiene muchos motivos para pedirle el sacrificio, salvo su intención de que la candidata sea una mujer.

Una presencia femenina en la fórmula podría ser una solución salomónica. Por lo pronto, el presidente del bloque K en Diputados puso su condición: la campaña la comandará el candidato. No quiere repetir los errores de Daniel Scioli.

Sergio Massa lanzó la semana pasada, sin mucho éxito, su "plan económico". Sabe que la economía es el punto débil del Gobierno y la principal preocupación de la sociedad, pero sobre todo lo hace porque cuenta con un ancho en la mano: Roberto Lavagna.

El economista escaló en la consideración de los peronistas "racionales", por ser el único capaz de cosechar lo bueno del kirchnerismo (la recuperación económica post 2003 y las bases del exitoso "modelo de acumulación de matriz diversificada con inclusión social") sin kirchneristas cerca. 

El exministro de Néstor Kirchner sumó el fin de semana el apoyo de Eduardo Duhalde, que se plegó a la estrategia de Massa. "El próximo presidente yo ya se quién va a ser: Roberto Lavagna. No tengo ninguna duda. Necesitamos un hombre que supere las grietas, no es cualquiera que puede ir, necesitamos experiencia", definió Duhalde el domingo en Radio Cooperativa, y sostuvo que "el Justicialismo tiene que ir a las PASO".

El que empezó a caminar el sendero del candidato es Felipe Solá, que aprovechó el acto de ayer contra el FMI para mostrarse presidenciable (se ocupó de subir a sus redes varias imágenes suyas con gente en la marcha) y hoy se sacó fotos en Télam con Facundo Moyano y con Hugo Yasky. La primera, predecible. La segunda, en la que también apareció Cristina Álvarez Rodríguez, al menos una novedad.