Sandra Heredia, la ex empleada que desató un terremoto sobre el ministro de Trabajo, Jorge Triaca, hoy sumó un nuevo capítulo al escándalo sobre su vínculo laboral con la familia del ministro: le envió un telegrama a Carlos Triaca, hermano del funcionario, y lo intimó que en el plazo de 48 horas para que "ratifique o rectifique las manifestaciones vertidas públicamente de manera calumniante e injuriosa”, detalla. Heredia reclama el pago de $ 3.700.000,00.

Hay un detalle curioso: según consultó elCanciller.com con diversos abogados, que Heredia haya colocado el monto a reclamar en un telegrama ya es "poco común” de por sí: los letrados suelen determinar cuánto reclamar en las instancias de mediación o del juicio en proceso. La ex empleada reclama ese dinero "bajo apercibiendo de iniciar querella por calumnias e injurias”, dice la carta.

El abogado de Heredia, Walter Lasagno, sostuvo ante los medios que si bien "por lo laboral ya cobró, calculé lo que debería cobrar por sueldo hasta los 60 años en base a los $9,500 percibía”. Este medio intentó comunicarse con el representante legal pero no obtuvo respuesta.

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El sitio OPI Santa Cruz brindó la noticia en exclusiva. Rubén Lasagno, hermano del abogado de Heredia, es director y propietario del medio. En el 2012, el ex secretario de Seguridad durante el kirchnerismo, Sergio Berni, lo acusó de ser un "ex agente de los servicios de inteligencia durante la dictadura militar y en tiempos de Hugo Anzorreguy, ex señor 5 del ex presidente Fernando De la Rúa”.

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Las paradojas no terminan allí: en 1997, Lasagno fue corresponsal del diario Clarín. Ese mismo año, el diario publicó que "El sindicato que agrupa a los docentes de la capital provincial denunció a un supuesto agente de la Secretaría de Informaciones del Estado (SIDE), llamado Rubén Lasagno, que habría intentado reunir información sobre organizaciones gremiales, partidos políticos y entidades intermedias. Según la denuncia, la base de operaciones del hombre de la SIDE era la Universidad Nacional de La Pampa”.

Sin poder cerrar la puerta:

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Al Gobierno le costó caro el escándalo de Triaca. Como no fue suficiente con las disculpas del propio ministro (que fueron a través de Twitter, ya que hasta el momento no enfrentó las cámaras), hubo que sacrificar a los familiares de los funcionarios, de los cuales Triaca lideraba el ranking con casos nepotismo. Con un escueto "si”, el jefe de Gabinete, Marcos Peña, intentó dar por cerrada para siempre la cuestión, pero no funcionó. El "efecto Sandra” se dirimirá entre los misterios que se lleguen a ventilar de esa relación laboral y las mismas medidas que tome el Gobierno para dar vuelta la página.