Los tres decretos que anunció ayer el Gobierno para ahorrar $65 mil millones y cumplir con el pacto con el Fondo Monetario Internacional generaron disgusto en varios sectores. Por primera vez, el campo paga los efectos del ajuste. Aunque sonríen con el dólar volador y la baja de importaciones, los industriales sufren la caída de los reintegros a las exportaciones.

Los industriales son los más sorprendidos entre los grupos por donde Cambiemos pasó ayer la tijera. Con la visita del auditor italiano Roberto Cardarelli, un representante de la entidad que preside Christine Lagarde, la poda multisectorial los golpeó con una quita del 66% en los reintegros a las exportaciones. "Esto es un misil contra el valor agregado", señaló a La Nación el presidente de la Unión Industrial Argentina (UIA), Miguel Acevedo.

"Macri se aferra al pacto con el FMI para luchar contra el eterno déficit y los coletazos financieros desde todos los puntos del planisferio"

Con la economía en terapia intensiva, Mauricio Macri se aferra al pacto con el FMI para luchar contra el eterno déficit y los coletazos financieros desde todos los puntos del planisferio. En aras de convencer a la entidad de que el ajuste es prioridad, las promesas ministeriales quedan a un lado y el Presidente queda con la credibilidad herida en el Círculo Rojo.

Según Acevedo, el propio ministro de Producción, Dante Sica, les había asegurado en más de una ocasión que no iban a bajar los reintegros y que hablaba por todo el gabinete, "Se ve que no los conoce bien aún”, ironizó.

Además, por primera vez, el ajuste llegó al campo. Si bien Macri mantuvo su promesa y aseguró que continuará con la quita de retenciones al grano de soja, suspendió la baja de sus derivados que, a nivel productivo, tienen valor agregado y, por lo tanto, también afecta a los industriales. De esta manera, aunque el producto estrella sigue intacto, la decisión generó desconfianza en el agro y la palabra del Presidente ya no es santa para el principal aliado electoral de Cambiemos.

"Aunque el producto estrella sigue intacto, la decisión generó desconfianza en el agro y la palabra del Presidente ya no es santa"

El tercer decreto, la eliminación del Fondo Federal Solidario (FOFESO), atacó a las economías de las provincias. Las negociaciones previas entre el oficialismo y los gobernadores habían llegado a buen puerto y se esperaba la eliminación del FOFESO, pero Cambiemos sorprendió con el timing: los dirigentes de los distritos suponían que recién sucedería el año que viene. Los intendentes también sumaron sus miradas agrias.

El oficialismo ganó resistencia en varios sectores pero consiguió el aval del Fondo para inyectar parte del préstamo en lucha diaria de las ruedas cambiarias. Con el dólar buscando alcanzar el piso de $31, el Gobierno no puede especular más si quiere cumplir con la segunda pauta central del acuerdo con el FMI: terminar el 2018 con la inflación abajo del 32%.