La Comisión Bicameral de Tratamiento Legislativo, formada para definir el futuro del controvertido megadecreto 70/2023, resolvió que se citará para la próxima semana al jefe de Gabinete, Nicolás Posse, y al ministro de Economía, Luis "Toto" Caputo, para que expliquen el alcance y el impacto de la normativa.

A este pedido, que se formalizará el viernes, se llegó después de que se sometiera a votación una solicitud presentada por los senadores Víctor Zimmermann (UCR) y Carlos "Camau" Espínola (UF) y el diputado Francisco Monti (UCR). 

El kirchnerismo intentó incluir en la nómina de citados a Federico Sturzenegger. "Es el enemigo de los argentinos", dijo el cristinista Oscar Parrilli, pero esa propuesta no fue tenida en cuenta.

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Además de Posse y Caputo, también desfilarán por la sala el secretario de Transformación del Estado y Función Pública, Armando Guibert; de Agricultura, Fernando Vilella; de Trabajo, Omar Yasin; de Salud, Mario Russo; y la máxima autoridad de la Anses, Mariano de los Heros.

Otro de los puntos más importantes de la sesión fue la designación del vicepresidente y del secretario del cuerpo, que quedaron en manos de Hernán Lombardi (PRO) y Zimmermann, respectivamente. El libertario Juan Carlos Pagotto ya había sido nombrado como presidente. 

La audiencia de la Bicameral se inició pasadas las 14 en el Salón Arturo illia del Senado y terminó alrededor de las 16:30. 

Entre los temas que deberán tratar en las próximas semanas, se incluyen la derogación de la Ley de Alquileres, la reforma laboral y la anulación o modificación de decenas de normas que están vigentes tras la decisión que el mandatario anunció el 20 de diciembre pasado y publicó en el Boletín Oficial al día siguiente.

El oficialismo y los bloques aliados en la Cámara alta dan por perdida la votación del decreto cuando llegue al recinto, y así lo ratificó este mediodía en sus redes sociales el salteño Juan Carlos Romero: "Va a ser muy difícil en la próxima semana tratar el DNU. Es probable que unos 40 senadores voten en contra". 

El kirchnerismo ya reclamó en tres oportunidades una sesión para intentar rechazarlo directamente en el pleno, pero la vicepresidenta Victoria Villarruel no hizo lugar a los pedidos durante el período de sesiones extraordinarias habilitado por el Presidente. 

La ley fija que la Bicameral de Trámite Legislativo tiene diez días hábiles para emitir dictamen una vez que el Ejecutivo gira un decreto de necesidad y urgencia. Si en ese lapso no se analiza allí, se puede tratar en el recinto. En tanto, cualquier DNU tiene vigencia mientras las dos cámaras del Congreso no lo rechacen con mayoría absoluta de sus miembros, es decir, con la mitad más uno de sus integrantes.