La agenda pública se encuentra prácticamente ocupada por el destino del proyecto de legalización del aborto que el Poder Ejecutivo envío al Congreso y ya cuenta con media sanción de Diputados. En las próximas dos semanas antes de que termine el año, la iniciativa de interrupción voluntaria del embarazo se tratará y votará en la Cámara Alta.

Sin embargo, en paralelo se desenvuelven otras discusiones sensibles para el mundo de la política y la economía nacional. Justamente, mientras la Cámara baja desarrollaba una sesión maratónica por el aborto, el Senado dio media sanción al proyecto de movilidad jubilatoria del oficialismo, una iniciativa fundamental para el ministro Martín Guzmán.

Se estima que con la modificación en el cálculo de haberes, el Gobierno lograría un ahorro del 1% del PBI respecto de la aplicación de la fórmula implementada por Cambiemos que incluía a la inflación como una de las variables. Además, la aprobación de la reforma previsional es una señal que el titular del Palacio de Hacienda necesita enviar al FMI en plena negociación con el organismo.

Pero el escenario en Diputados no es tan sencillo. La bancada de Juntos por el Cambio mantendrá la misma posición que en la Cámara Alta y votará en contra. Por su parte, los legisladores del bloque que responde a Roberto Lavagna solicitaron cambios en el texto que, hasta el momento, no fueron incorporados. También será determinante el voto de los cuatros cordobeses que, en las últimas sesiones, votaron con el oficialismo pero todavía no se manifestaron al respecto.

¿Paso a las PASO?

El otro proyecto que concentrará la atención de la política en las próximas semanas será el debate sobre el proyecto presentado por el diputado tucumano, Pablo Yedlin, para suspender las Primarias, Abiertas, Simultaneas y Obligatorias (PASO) del año que viene. Los argumentos centrales rezan que es un gasto excesivo de 13 mil millones de pesos y que representa un riesgo sanitario innecesario. Ambas ideas se justifican, claro, en que las internas obligatorias no cumplen el papel que deberían de ordenar la oferta electoral, sino que actúan meramente como una "gran encuesta".

La iniciativa, impulsada por los gobernadores, tampoco encuentra el respaldo del principal bloque opositor. En Juntos por el Cambio históricamente se cuestionaron las primarias. Sin embargo, consideran que no se pueden "cambiar las reglas de juego" a pocos meses de las elecciones. Por supuesto, en esa decisión también juega su propia interna y la necesidad de contar con esa instancia para dirimir las candidaturas propias.

Por otro lado, la bancada de legisladores del Frente de Todos no estaría del todo convencida de avanzar en la suspensión de las PASO. La diputada Cecilia Moreau advirtió que un proyecto así "no puede tener un tratamiento exprés". Los mandatarios provinciales quieren que la ley se apruebe antes del inicio del año electoral pero sectores del oficialismo piden "consenso" porque la derogación de las internas nacionales no implican que no se realicen en la Provincia de Buenos Aires y CABA. En ese caso, la medida perdería sentido.

El presidente, en tanto, había dado su visto bueno al proyecto en diálogo con gobernadores e intendentes. Sin embargo, ante la polémica incipiente en curso, marcó distancia y relegó la decisión en el Parlamento. "Voy a hacer lo que diga el Congreso" , apuntó Alberto Fernández.