En una decisión esperada, Horacio Rodríguez Larreta anunció que unificará las elecciones de la Ciudad con las nacionales, y asume, al igual que Vidal, el peso de ayudar a Mauricio Macri en el "Proyecto Reelección".

Tan solo un día después de la decisión de que María Eugenia Vidal no desdoblaría en la Provincia, el jefe de Gobierno porteño le dio una segunda alegría a Marcos Peña con la confirmación de una noticia que, pese a lo previsible, igual es festejada.

Aunque Larreta, al igual que Mariu, también mide más que Macri en la cuna del PRO, los argumentos que se esgrimen desde la Casa Rosada para lograr la reelección de un Mauricio debilitado prevalecieron frente al temor de las principales espadas cambiemitas.

Es que a diferencia de la gobernadora, el alcalde porteño maneja un margen lo suficientemente amplio como para cargar con la mochila de plomo que representa el primer empresario en llegar al Sillón de Rivadavia, luego de decepcionar a propios y extraños.

A su vez, la decisión de jugar todas sus cartas el 27 de octubre -además de traccionarle votos al presidente- le permite a Horacio complicar las aspiraciones de Martín Lousteau, que, en una interna de Cambiemos, aspira a quedarse con la candidatura a jefe de Gobierno de la Ciudad.

Ahora, tanto Vidal como Larreta escoltarán a Mauricio Macri en las boletas de sus distritos, con el principal objetivo de fortalecer a una alianza Cambiemos que se ve amenazada por el fantasma de una Cristina Fernández de Kirchner que la devaluación, los tarifazos y la impericia política dejaron revivir.