Se le adelantan los Transportistas a Moyano y anuncian un paro general para el 1° de mayo
Después de la masiva movilización del 4 de abril, la Confederación de Trabajadores del Transporte (CATT) convocó a un paro total del sector para el 1° de mayo y se profundiza la grieta con el sindicato de Camioneros que conduce Hugo Moyano.
La mesa chica del CATT que lidera Juan Carlos Schmid, confirmó que habrá una paralización del servicio de transporte en el día del trabajador, en rechazo del impuesto a las Ganancias y por "un inmediato incremento salarial de emergencia a los jubilados", según informaron a la agencia Télam.
De fondo, buscarán mostrarle a la Rosada el descontento ante la falta de respuestas en una situación de crisis económica. El hecho sentará precedentes en la gestión macrista, por un sector que no suele avanzar con medidas de protesta sin el respaldo de la Confederación General del Trabajo (CGT).
Por su parte, el Secretario General de la CTA Autónoma, Pablo Micheli, consideró en una entrevista por AM530, que la elección de un feriado nacional para realizarlo era "una cargada”.
Pero más allá del avance en el conflicto con el Gobierno, que se viene gestando desde hace tiempo y al que se buscaba poner paños fríos con medidas contenedoras como el aumento para las obras sociales y una compensación salarial a empleados estatales, la decisión impacta también en el interior del sindicalismo.
Por un lado, permite alivianar las tensiones en la corriente sindical, ya que hace tiempo se reclama la efectivización de un paro, pero por otro, aumentará los roces con una de las instituciones más importantes de la CGT: Camioneros.
Tanto Camioneros, como los mecánicos de SMATA, UOM y la Corriente Federal de los Trabajadores tenían delineado un plan de lucha que incluía la medida de fuerza. En la tarde del martes, el secretario adjunto de Camioneros, Pablo Moyano, en la sede del PJ de la calle Matheu, ya le había exigido a la CGT de Héctor Daer y Carlos Acuña que lo convocaran urgente antes de la finalización de abril.
En tanto el jueves, se anunciará formalmente desde el sector disidente de la CGT que responde a Moyano, con apoyo de la CTA de Hugo Yasky, una huelga general para el 30 de abril.
La sectorización y ruptura del reclamo con un día de diferencia, podría morigerar el peso político de la medida y perjudicar su carga en el mapa político. En tanto, se tratará también de una doble presión para la Rosada, que tendrá responder a ambos sectores gremiales, o afrontar un doble paro, a seis meses de las elecciones presidenciales.