Se desliga el Gobierno de la responsabilidad por las inundaciones y acusa a gobernadores de no invertir
Superado el momento más crítico de la pelea con el campo por las inundaciones en el Litoral, ahora el Gobierno se desentendió de las obras hídricas preventivas y apuntó contra los gobernadores.
Después de la pérdida de US$2.000 millones por las crecidas de agua y un conflicto con las entidades agropecuarias por la ausencia del Estado, el Ejecutivo salió esta semana a poner paños fríos y cumplió con los pedidos de ayuda económica para lograr reconstruir la relación con el sector.
En un tono inesperado, el secretario de Agroindustria de la Nación, Luis Miguel Etchevehere, aseguró hoy que las provincias tienen el presupuesto y los medios necesarios para invertir en la infraestructura que limite el impacto de las lluvias.
Las provincias más inundadas, que son Chaco, Entre Ríos, Corrientes, Santa Fe y Santiago del Estero, tienen resultados primarios superavitarios y pertenecen, a excepción de Corrientes, a partidos políticos opositores.
Con la idea de responsabilizar a los gobiernos provinciales, el mandatario aseguró que pese a que desde Nación se formaron los Comités de Cuencas Hídricas para la realización de las obras, desde Santiago del Estero, Chaco y Santa Fe "no se pusieron de acuerdo" para que se gestionen los créditos con organismos internacionales.
En esa misma línea y apegándose al discurso oficialista de recortar fondos para alcanzar el equilibrio fiscal, insistió en que se puede progresar "en la medida de que cada uno haga lo suyo".
Buscando atenuar el impacto electoral de la pelea con el campo, en un contexto enmarcado por la recesión económica, el Gobierno busca redirigir las responsabilidades porque sabe que debe cuidar más que nunca a su principal territorio aliado en el ámbito local.