La oposición parecía apagada. Ni si quiere obtenía el papel de actor secundario. Lejos del centro de escena, los legisladores del PJ estaban atentos, por ejemplo, a la intervención y al futuro del peronismo después de la intervención de Servini de Cubria y la designación de Luis Barrionuevo.

En este sentido, los diferentes bloques más importantes del Congreso coincidieron en una idea: ponerle un freno al aumento de las tarifas que propone el Gobierno en los servicios de agua, luz y gas.

Con Cristina Kirchner a la cabeza, que ayer presentó un proyecto para retrotraer el valor de las tarifas, la oposición (también se sumó el peronismo disidente, el massimo, entre otros espacios) busca darles un golpe a las expectativas de Cambiemos de avanzar con los aumentos a lo largo del año.

Los bloques de diputados no quieren perder el tiempo y ya fijaron fecha para dar el primer paso: este miércoles. Allí, el kirchnerismo, el Frente Renovador y Argentina Federal (representada por los gobernadores) deberán confluir en una iniciativa en común para intentar marcarle la agenda al Gobierno.

El rechazo a los tarifazos, un tema que preocupa y expresa el descontento de la clase baja y media en las encuestas, se convertirá en la gran batalla que deberá afrontar Mauricio Macri y todo su equipo en los próximos días. Incluso recibirá la presión sindical: Pablo Moyano y sectores de la CTA encabezarán la “Marcha de las velas” que partirá del Congreso.

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  • Declarar la emergencia tarifaria y prohibir los aumentos de la electricidad, gas y agua para los usuarios residenciales hasta 31 de diciembre de 2019 y retrotraer los cuadros tarifarios a los de 1 de enero de 2017.
  • La prohibición en los aumentos y el retroceso tarifario regirá para las PYMES y Cooperativas de Trabajo que no despidan ni suspendan trabajadores sin justa causa hasta el 31 de diciembre de 2019.
  • Crear un Comité Nacional de Emergencia Tarifaria, con una representación plural, que tendrá a su cargo la tarea de revisar las tarifas.

Se trata del primer obstáculo externo que deberá sortear Cambiemos. Hasta ahora, las dificultades habían sido propinadas por los propios funcionarios o por la coyuntura económica: los supuestos casos de corrupción (Díaz Gilligan, Luis Caputo y Jorge Triaca) y los problemas para controlar la inflación (fue del 2,3 en marzo y promete con seguir en los mismos niveles en abril).

Encaminado en su operativo reelección, el oficialismo atravesaba el segundo trimestre del año sin mayores sobresaltos y con la gran preocupación depositada en entregar síntomas de desaceleración de la inflación. Sin embargo, la cuestión de las tarifas ya empieza a preocupar, sobre todo por el golpe que podría causar que toda la oposición unida le marque la cancha en el Congreso.