Reformismo y el rol peronista: logra Macri dar vuelta la página tras un tenso fin de año
La aprobación de la reforma previsional en la Cámara de Diputados no significó una votación más para el Gobierno. En las calles, masivas manifestaciones que terminaron con incidentes y enfrentamientos con la Policía generaron un cimbronazo del descontento social.
Sin embargo, el oficialismo insistió y llamó a una nueva sesión para sacar la ley que reformaba el haber jubilatorio de los jubilados. Allí, consiguió el quórum rápidamente y en un debate maratónico pudo aprobar el proyecto que tanto deseaban Macri y la mayoría de los gobernadores.
En este contexto, algo desgastado y golpeado por esa votación, Cambiemos no frenó la marcha y propuso rápidamente continuar con las sesiones extraordinarias antes de fin de año. Por eso, anoche logró darle media sanción al Presupuesto 2018 (165 votos positivos, 64 negativos y 1 abstención). En este sentido, intentará el macrismo aprobar definitivamente en el Senado la ley de leyes la próxima semana.
Además, convirtió en ley el proyecto de Consenso Fiscal, producto del consenso entre el Poder Ejecutivo y 23 de los 24 gobernadores, con 145 votos a favor, 53 en contra y 20 abstenciones.
Con guiños peronistas en la votación, entonces, el Ejecutivo Nacional pretende dar vuelta la página y dejar atrás los duros enfrentamientos que dejaron heridos y detenidos. Pero, como principal, provocaron un revés social inesperado que el Gobierno no estaba preparado para recibir.
El guiño peronista en plena sesión
El PJ no kirchnerista acompañó algunas iniciativas trascendentales para el Gobierno: el Consenso Fiscal y el régimen federal de responsabilidad fiscal. Sin embargo, a lo largo de la sesión tanto el bloque peronista K como el disidente criticaron las políticas económicas que el Ejecutivo está llevando a cabo y pidieron cambios urgentes.