El Gobierno desvinculará a 500 agentes de la Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE) como parte de un plan global que apunta a reestructurar por completo al organismo. La decisión fue adoptada por su titular, Sergio Neiffert, e incluye la mudanza de su sede física y nuevas divisiones para el funcionamiento interno.

La determinación llega después de la revisión de expedientes que el Ejecutivo le pidió a la Justicia tres meses atrás, con foco en funcionarios que habían ingresado al organismo durante los mandatos de Cristina Kirchner, Mauricio Macri y Alberto Fernández.

La Casa Rosada le apuntó sobre todo a individuos cuestionados por desempeño o utilidad y aceleró la jubilación de agentes de planta permanente. En agosto, ya había pasado a disponibilidad un total de 147 miembros que habían entrado durante los gobiernos kirchneristas. 

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La SIDE actualmente se compone de 1.800 agentes, contando tanto a aquellos que trabajan en el país como en el exterior. Desde La Libertad Avanza quieren sumar a nuevos perfiles que estén comprometidos con los aspectos más importantes de su ideología. 

El proyecto de Presupuesto 2025, que aún debe pasar por el Congreso, tiene previsto para el organismo $197.238 millones, de los cuales $128.504 se derivarán a servicios no personales. En la nueva etapa que busca la administración libertaria se quiere instalar un nuevo sistema de control para que los agentes justifiquen el uso de los fondos en cada misión.

Por otro lado, la sede física de la SIDE, situada en la calle 25 de Mayo, a metros de la Plaza de Mayo, podría ser trasladada para dejarle sus oficinas al ministerio de Capital Humano, que lidera Sandra Pettovello. Se espera que la reorganización se complete para mediados de 2025.

Además, el Gobierno pretende crear una modificación de la estructura para establecer cuatro subdvisiones: el Servicio de Inteligencia Argentino (SIA), la Agencia de Seguridad Nacional (ASN), la Agencia Federal de Ciberseguridad (AFC), y la División de Asuntos Internos (DAI).