La ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, volvió a tomar la lanza comunicacional del Gobierno para anticipar tolerancia cero ante las protestas del G20, y aprovechó también para reclamar una baja en la edad de imputabilidad.

Luego de sus polémicas declaraciones en las que le sugería a los porteños abandonar la Ciudad en la semana de la Cumbre del G20, corrigió su discurso y lo direccionó -aún más- hacia la derecha ofreciendo mano dura ante el delito.

En línea con los recientes atentados con bombas caseras y las falsas alarmas generadas a través de paquetes sospechosos en lugares públicos, la ministra, con cierto desdén, intentó llevar calma a la población al señalar que "estamos preparados para el G20". "No creemos que vaya a ser peligroso estar en la ciudad durante la Cumbre", agregó.

Ante la consulta sobre las probables manifestaciones en contra del evento, fue tajante al anticipar que habrá tolerancia cero respecto a cualquier tipo de incidentes o disturbios que puedan producirse.

"Para el G20 son condiciones inaceptables que tengan la cara tapada", apuntó. "Nos quieren hacer pasar de la raya, no vamos a caer en esa provocación, tenemos que poner orden, pero es un orden democrático", aclaró

Bullrich: "Para el G20 son condiciones inaceptables que tengan la cara tapada".

Además, poniendo en agenda un viejo debate, Bullrich no solo celebró la idea de bajar la edad de imputabilidad, sino que reveló que el Gobierno se encuentra avanzado en la creación de un proyecto en ese sentido.

"Creemos que hay que bajar la edad de inimputabilidad. Estamos trabajando en el proyecto para presentarlo pronto", subrayó en tanto explicó que "la clave está en trabajar un proyecto que empiece a actuar cuando cometan el primer delito, que tenga un sistema de reeducación, de trabajo, de contención social, de terapia; y que quienes cometan delitos más fuertes, tengan condenas más graves".