Más de una década dedicada a investigar los delitos cometidos por su familia, una de las más poderosas de Entre Ríos, fue la forma en la que Dolores Etchevere torció su destino. Así resolvió donar el 40% de sus tierras (provenientes de su herencia) para crear, junto a una organización ligada a Juan Grabois, el Proyecto Artigas. Este modelo de producción agraria se plantea ser "sostenible" y no utilizar agrotóxicos.

Dolores fue noticia luego de que ingresara a las tierras de Las Margaritas S.A. con militantes afines al dirigente piquetero y con su patrocinio legal para tomar posesión de los terrenos para fundar la Comunidad Rural Organizada Artigas en Entre Ríos. Esta propuesta nuclea a organizaciones campesinas como una reparación por el daño provocado por su familia a la población y al medio ambiente de la provincia.

Dolores nunca participó de los negocios familiares mientras su padre vivió. Según denuncia, sus tres hermanos Juan Diego, Sebastián y Luis Miguel Etchevehere (ex ministro de Agricultura de la gestión macrista y expresidente de la Sociedad Rural) la excluyeron de la administración de los terrenos que pertenecen a la empresa. Además, le impidieron el acceso a sus derechos hereditarios, según ella considera.

Hasta el momento, no recibió los bienes hereditarios y nunca estuvo bancarizada. En Paraná, su padre Luis Félix había entregado una casa a cada uno de sus cuatro hijos. Sin embargo, los hermanos de Dolores la expulsaron de su hogar, siempre de acuerdo a su denuncia.

La disputa familiar y las declaraciones del exministro tampoco la paralizaron. Dolores apuesta a una iniciativa que representa la antítesis de su apellido. El Proyecto Artigas es una red integrada por movimientos sociales, profesionales del derecho, la comunicación y el cuidado del ambiente, que buscan "verdad, justicia y reparación".

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¿Será Justicia?

La pata legal en el proyecto es fundamental, y hasta podría decirse que es la columna vertebral, dado que tendrán que batallar en la Justicia por la propiedad de las tierras. En 2009, durante las horas finales de su padre, y con la falsificación de su firma y la del casi difunto, la única heredera de los Etchevere perdió el derecho a la administración de los bienes familiares.

Frente a esta situación, el proyecto acompaña a Dolores a ejercer "la posesión pacífica de una parte de sus bienes", donde desarrollarán la propuesta productiva orientada al cuidado de la Casa Común.

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El planteo legal, liderado por Grabois y Facundo Taboada, busca la recusación de los jueces y fiscales que intervinieron a favor de los hermanos de Dolores. A su vez, intentarán la remoción de los funcionarios judiciales (sobre de Entre Ríos) que fueron en desmedro del país al ser "cómplices de los crímenes cometidos por una minoría privilegiada".

Esta última cuestión apunta a que no solo fueron parciales en el caso Etchevehere, sino que protegieron los intereses de los dueños de campos en perjuicio de los derechos de los ciudadanos de la provincia. La población y el medio ambiente son afectados por el uso de los agrotóxicos en las cosechas, denuncian los dirigentes sociales que ahora ocupan una parte de las tierras de la empresa.

Además, piden la reparación de los daños ocasionados por la administración fraudulenta de los bienes heredados. También presentaron una nueva denuncia por violencia económica ejercida contra Dolores. Todas las presentaciones las hicieron ante los juzgados de Entre Ríos y Buenos Aires.