En un clima interno que se tensa a medida que pasan las horas, el jefe del bloque de diputados de la Unión Cívica Radical (UCR), Rodrigo de Loredo, logró sostener en la noche del martes a los cuatro legisladores que la semana pasada cambiaron su voto y respaldaron el veto presidencial a la ley de movilidad jubilatoria.

Mientras, el presidente Javier Milei agasajaba con un asado en la Quinta de Olivos a los 87 diputados, la UCR intentaba decidir qué hará con Mariano Campero, Martín Arjol, Luis Picat y Pablo Cervi, después que la Mesa Directiva de la Convención Nacional del centenario partido resolviera el lunes suspender preventivamente su afiliación, en medio de pedidos de expulsión de algunos legisladores.

Fuentes cercanas al encuentro señalaron a la agencia Noticias Argentinas que, al menos por el momento, el dirigente cordobés logró mantener dentro del bloque radical a los diputados "violetas", tres de los cuales -Campero, Arjol y Cervi- participaron de la reunión, que fue sumamente intensa y repleta de chicanas y reproches.

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La decisión que tomó el bloque de no expulsarlos, sin embargo, no descomprimió la tensión, sino que, por el contrario, soliviantó el descontento de quienes buscan deshacerse de los legisladores apuntados.

En realidad fueron cinco los diputados del bloque que votaron a favor del Gobierno y en contra del proyecto que había impulsado la UCR junto a otros espacios, pero Federico Tournier quedó al margen de la sanción. Sucede que el correntino se sumó a la bancada que lidera De Loredo por su vínculo con el gobernador Gustavo Valdés, pero pertenece a otro partido político. 

Asimismo, hay otros dos casos que también serán elevados al Tribunal de Ética para ser investigados: se trata de la santacruceña Roxana Reyes y el chaqueño Gerardo Cipolini, quienes se ausentaron al momento de la votación luego de argumentar a favor de la postura del Gobierno durante el debate. 

No obstante, tampoco fueron suspendidos preventivamente del partido como los anteriores cuatro que marcaron su voto en contra de la iniciativa del radicalismo.

La medida disciplinaria contra Campero, Arjol, Picat y Cervi se aprobó por 10 votos contra 2 en la mesa directiva de la convención nacional, que es encabezada por Gastón Manes y Hernán Rossi

Solamente votaron en contra de la sanción los representantes de Mendoza (responde al gobernador Alfredo Cornejo) y Misiones.

Más allá de este castigo contra los cuatro radicales "violetas" que cambiaron su voto, De Loredo agotará los medios para que no peguen el portazo del bloque. 

Según informó NA, Campero ya está con un pie afuera, ya que es el que más lejos llegó al exponer sus diferencias con el bloque, mientras que los otros cuatro (incluyendo a Tournier) están evaluando qué hacer.

"No puede ser que una minoría ruidosa del AMBA, que tiene una impronta de colaboración con el kirchnerismo, tome este tipo de decisiones que va a contramano de lo que piensa la gran mayoría del partido", cuestionó un influyente diputado radical.