El exministro de Cultura Pablo Avelluto volvió este martes a criticar el acercamiento de Mauricio Macri y Patricia Bullrich a Javier Milei y aseguró que el PRO “dejó de existir durante la noche del lunes 23 de octubre pasado”, cuando los referentes de Juntos por el Cambio y el de La Libertad Avanza se reunieron en la casa del expresidente. Allí, sellaron un acuerdo de cara al balotaje con un único fin: derrotar al candidato a presidente por Unión por la Patria, Sergio Massa

En una columna publicada en El País, el también periodista recordó que el espacio fue fundado en 2003 por Macri como una fuerza “abierta y plural” y opinó que tras “su apogeo”, a finales de 2015 y hasta 2019, se convirtió en “un partido de derecha clásico y vetusto”. En este sentido, adelantó: “Sea cual fuere el resultado de las elecciones del 19 de noviembre, el PRO ya habrá dejado de existir. Al menos tal como lo conocimos quienes lo integramos y lo vimos crecer y morir”.

Al respecto, consideró que “la historia del abrazo del PRO a la ultraderecha argentina se había iniciado tiempo antes, después de otra derrota electoral”, en 2019, cuando Alberto Fernández se impuso en la primera vuelta ante Macri, que iba por la reelección. “Semanas después de aquel resultado, Patricia Bullrich se convirtió en la presidenta del partido”, señaló. Asimismo, advirtió que con el comienzo de su poderío el espacio viró hacia la derecha y “la prioridad pasó a concentrarse de manera obsesiva en un único objetivo vital: la destrucción total y definitiva del kirchnerismo”.

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“Bajo el nuevo liderazgo el PRO abrazó la causa del orden, la seguridad y la represión de los piquetes callejeros que obstaculizan el tránsito. Desde 2020 fue habitual escucharla elogiar al ascendente Milei”, indicó el titular de la cartera de Cultura durante el Gobierno de Mauricio Macri, entre 2015 y 2019. A su vez, recordó que fueron los seguidores de Bullrich quienes comenzaron a realizar una diferenciación interna en “halcones” y “palomas”.

Según Avelluto, “los primeros sentían que en sus manos estaba la misión de liderar la recuperación de la República y las instituciones frente a las trapisondas y los abusos de su némesis, el kirchnerismo”. En tanto, consideraban que los más moderados, representados por las palomas, eran “tibios, negociadores, dialoguistas y ajenos al proyecto restaurador”.

“Esta deriva reaccionaria del PRO tuvo diversas escalas, pero ninguna la representó mejor que la violenta campaña que enfrentó a la halcona Bullrich con el representante de las palomas, Horacio Rodríguez Larreta”, consideró en referencia al triunfo que la exministra de Seguridad consiguió en agosto pasado ante el actual jefe de Gobierno porteño, en el marco de las elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO).

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Producto de esa victoria y con confianza en los comicios generales, “el discurso público bullrichista profundizó el viraje ideológico”, apuntó Avelluto. Sin embargo, analizó que Milei “terminó resultando un producto mucho más atractivo y creíble para el mismo segmento del electorado al que Bullrich prometía fuerza y orden”.

De esta forma, fue la misma presidenta del PRO la que terminó derrotada y decidió, en consecuencia, acercarse a La Libertad Avanza. “El pacto incondicional, más parecido a una rendición que a un acuerdo político, entre Macri, Bullrich y buena parte del PRO con el pequeño Bolsonaro argentino, hizo que muchos nos sintiéramos atrapados y decidiéramos reflexionar acerca de nuestros límites políticos”, analizó el exfuncionario.

En este sentido, observó, en sintonía con su cuestionamiento al “antiperonismo rabioso”: “¿Hasta dónde podía llevarnos el deseo obsesivo de derrotar nuevamente al peronismo? ¿Todo vale? Los valores encarnados por Milei y su partido son opuestos a los del PRO”. 

Avelluto, quien reiteró que votará en blanco y que estará “en la vereda de enfrente de cualquiera de los dos” candidatos, repasó también la historia política de Bullrich y remarcó que “pasó de la militancia revolucionaria en la violenta izquierda peronista a posiciones marcadamente conservadoras a lo largo de un arco histórico de medio siglo”.