Alberto Fernández inició su primer discurso como mandatario en la Asamblea General de la ONU de la misma manera en que lo cerró. En ambos extremos de la alocución, hizo "un llamamiento al mundo entero" para que aproveche una "oportunidad histórica de recrear un multilateralismo basado en la solidaridad", que permita superar la crisis sin precedentes que provocó la pandemia del nuevo coronavirus.

La palabra "unión" fue el hilo conductor de un mensaje que se extendió por 15 minutos y en el que destacaron la incipiente renegociación de la deuda con el Fondo Monetario Internacional, la referencia al atentado a la AMIA y la reiteración del reclamo de la soberanía por las Islas Malvinas.

Desde su despacho en la Quinta de Olivos, el jefe del Estado reivindicó las proposiciones del Papa Francisco y pidió que la vacuna se difunda de manera universal y "contra la injusticia social". Además, recordó la necesidad de implementar el Acuerdo de París y marcó que el compromiso con la agenda ambiental "requiere una importante provisión de recursos financieros".

En uno de los pasajes más sustanciosos del video grabado, el Presidente destacó que la Argentina "logró sellar un importante acuerdo con casi la totalidad de sus acreedores externos privados en el marco de la pandemia" y, en ese sentido, agradeció el respaldo de la comunidad internacional, el sector privado y la sociedad civil. También aprovechó para enviarle un dardo implícito a Mauricio Macri, al alertar que "el endeudamiento externo tóxico e irresponsable con fines especulativos constituye otra ola de atraso y subdesarrollo".

De cara a la reestructuración con el organismo que preside Kristalina Georgieva, Fernández aseguró que el país la encarará "responsablemente". "Seremos respetuosos de los compromisos contraídos y evitaremos al mismo tiempo poner en riesgo las condiciones que permitan la reactivación económica y la construcción de un sendero de desarrollo inclusivo y sostenible. Ningún país puede pagar su deuda a costa de quedarse sin salud", aseveró.

En otro apartado, el mandatario nacional ratificó la lucha contra el terrorismo en "todos los foros multilaterales" y apuntó contra Irán por su protagonismo en el atentado terrorista a la mutual judía, en el año 1994.

"A 26 años del atentado a la sede de la AMIA, quiero continuar la política iniciada en este ámbito en el año 2003 y requerir a las autoridades de la República Islámica de Irán que cooperen con las autoridades judiciales argentinas para avanzar en la investigación de dicho atentado. También solicitamos a la comunidad internacional cumplimentar las solicitudes contenidas en las cédulas rojas de Interpol ante la eventual presencia de un imputado en sus territorios, algo que Argentina jamás dejó de reclamar", indicó.

Por otra parte, el Presidente reiteró los "legítimos e imprescriptibles" derechos de soberanía de la Argentina sobre las Islas Malvinas y advirtió que este año se cumplirán 55 años de la Resolución 2065, la primera adoptada por la ONU relativa a la histórica disputa territorial. En esta línea -y a diferencia de la relación que cultivó Macri con Gran Bretaña-, fue muy crítico con el país europeo.

"El Reino Unido persiste en su actitud de desoír el llamado a reanudar las negociaciones y ha agravado la controversia por los llamados a la explotación ilegal y unilateral de los recursos naturales renovables y no renovables en el área", rechazó, en tanto subrayó que Gran Bretaña "insiste con la injustificada y desmedida presencia militar en las Islas, que no hace más que traer tensión a una región caracterizada por ser una zona de paz y cooperación internacional".

Por último, Fernández hizo especial hincapié en el compromiso de su administración con las políticas destinadas a la igualdad de género y la eliminación de las desigualdades. "Como nunca antes, nuestra condición humana nos demanda solidaridad. La lucha contra toda forma de discriminación y el compromiso con las personas y los grupos vulnerables históricamente discriminados es parte de esta política", sostuvo, y remarcó: "Nuestro compromiso con la desigualdad de género ya es evidente. Argentina ha sido clasificada en el ranking de la ONU como el país que más medidas de género implementó en la pandemia".