Después de aprobar con cambios la iniciativa de Boleta Única de Papel, que volverá en segunda revisión a Diputados, el Senado sancionó esta madrugada la Ley de Financiamiento Universitario, que el presidente Javier Milei ya adelantó que vetará con el argumento de que pone en riesgo el superávit fiscal, el mismo que utilizó para rechazar la reforma jubilatoria.

Una hora después, cerca de las 02:30 de este viernes, la Cámara alta, al igual que habían hecho los diputados, rechazó el DNU que otorgaba una ampliación de fondos para la relanzada Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE), por $100.000 millones.

Este último tema había quedado el miércoles fuera de la agenda de la sesión, gracias a una estratégica jugada de la Casa Rosada. Sin embargo, una vez que este jueves se consiguió el quorum en el recinto, el kirchnerista José Mayans propuso -con éxito- que fuera reincorporado, en línea con el radical Eduardo Vischi. 

El rechazo al decreto fue respaldado por 49 senadores, mientras que 11 votaron en favor de la medida y dos se abstuvieron. De esta manera, el libertario se convirtió en el primer Presidente al que el Congreso le deroga un DNU.

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En tanto, la iniciativa de financiamiento universitario, impulsada por la Unión Cívica Radical (UCR), fue sancionada con 57 votos a favor, 10 en contra y una abstención.

Avalaron la ley tres senadores del PRO: el jefe de la bancada, Luis Juez; Guadalupe Tagliaferri y la tucumana Beatriz Ávila, mientras que se abstuvo la pampeana Victoria Huala. Otros tres legisladores del espacio amarillo votaron en contra: Carmen Álvarez RiveroMartín Goerling y Alfredo De Ángeli.

El aumento de los recursos para las universidades nacionales, que incluye un incremento para los docentes y no docentes, generará un impacto fiscal de $735.598.000, lo que implica el 0,14% del PBI, según informó la Oficina de Presupuesto del Congreso.   

El proyecto obliga al Poder Ejecutivo a actualizar las partidas presupuestarias para cubrir gastos de funcionamiento, investigación y extensión en las universidades, y fija que cada dos meses el Gobierno deberá ajustar los presupuestos de las universidades acuerdo a la inflación. 

El tratamiento de la iniciativa comenzó cerca de las 21, con la palabra de Eduardo "Wado" de Pedro, quien señaló que el 90% del aumento que disponga el proyecto "irá directamente a recomponer el salario de los docentes". "Si Milei veta esta ley, confirmaremos que estamos ante un proyecto político para muy pocos", comentó el senador kirchnerista.

Al justificar su voto positivo, Flavio Fama, senador de la Unión Cívica Radical (UCR) por Catamarca, remarcó que la iniciativa busca "resguardar los gastos de funcionamiento" de las universidades y se quejó de que el Gobierno todavía no presentó el Presupuesto del país para 2025. "Tener uno desactualizado es una formidable herramienta para hacer funcionar la motosierra y la licuadora", afirmó.

Para su par radical Maximiliano Abad, "si no hay gastos para la educación, no se podrá salir de la decadencia". "Mire presidenta (por Victoria Villarruel): es como querer correr una maratón y antes de la carrera pegarse un tiro en el pie. Queremos que los jubilados y la educación tengan los recursos necesarios y para eso el Gobierno tiene que rediseñar las partidas", subrayó.

Fuertes críticas hacia Milei partieron también del senador Martín Lousteau, quien se solidarizó con los docentes tras sostener que el "85% de ellos está bajo la línea de la pobreza". 

"Los salarios de los docentes cayeron más de un tercio este año. El Presidente decidió no tener presupuesto para tener margen de discreción. Él hace ajustes donde él quiere. Acá estamos hablando de docentes pobres que se van de las universidades", expresó el titular del radicalismo.

"Yo no creo que Milei vete la ley, no creo que sea tan cabeza dura, tan ignorante. Los que tengan que hacer los números le van a decir que no es nada (el dinero que exige el proyecto)", concluyó.

A su turno, el libertario Bruno Olivera le preguntó a la oposición kirchnerista: "¿Qué hicieron cuando eran gobierno y no se les subió un peso a todas las instituciones?". En ese sentido, el sanjuanino enfatizó que, al iniciarse la gestión de Milei, se giraron de inmediato $14.000 millones que "se debían" de la gestión de Alberto Fernández. "Un país que apuesta al desorden está destinado al fracaso. Tenemos una meta bien clara de equilibrio fiscal y no se negocia", insistió.