Mercosur: ¿qué tanto lo potenció el gobierno de Alberto Fernández?
El mandatario argentino había prometido reactivar el bloque sudamericano porque lo consideraba "un espacio regional abandonado". Promediando la mitad de su gestión, ¿lo logró?
Durante la última campaña presidencial, el entonces candidato del Frente de Todos, Alberto Fernández, sostuvo durante el primer debate de 2019 (realizado en la Universidad Nacional del Litoral en Santa Fe) que su “primera obligación” -en caso de resultar vencedor- sería volver a unir a América Latina “y potenciar el Mercosur”.
Al poco tiempo de haberse sentado en el sillón de Rivadavia, Argentina asumió la presidencia pro tempore del Mercosur. Si bien al ocupar este cargo se realizaron acciones y reuniones para afianzar los vínculos y consolidar el comercio dentro del bloque, lo cierto es que no dieron mucho resultado. De hecho, hubo disputas con Brasil y Uruguay dado que éstos, a diferencia de Argentina, tienen una posición más aperturista a fin de poder negociar individualmente tratados de libre comercio con países que estén por fuera del bloque.
Más allá de la polémica discursiva y de la manifestación verbal de impulsar el Mercosur, el gobierno de Alberto Fernández ha tomado medidas que no parecen ir en esa linea, como la "Ley de Solidaridad Social y Reactivación Productiva" (que aumenta las tasas que se pagan en las fronteras para importar productos) o los impuestos para los pagos en tarjeta de crédito en dólares que, en muchos casos, se usaban para comprar bienes en los países miembros como Uruguay, Brasil y Paraguay.
¿Qué dicen los especialistas?
En diálogo con El Canciller, el docente e investigador de la UNSAM Alejandro Frenkel expresó que "el balance del Mercosur es aceptable aunque el bloque regional está pasando una gran crisis, motivada por contextos negativos relacionados a factores políticos, económicos y coyunturales brindados por la pandemia. Lo cual provoca un impacto comercial desfavorable". Además, sostiene que hay dos nudos problemáticos: uno tiene que ver con las negociaciones con países que no son del bloque y otro con el arancel externo común que hace que el Mercosur sea una unión aduanera.
Según Frenkel, Argentina planteó una postura más moderada donde no se opone a negociar el arancel externo común, sino que propone revisar área por área y de forma escalonada, incluyendo más protección a sectores sensibles como la industria manufacturera".
Por su parte, Tomás Balbino, Magister en Relaciones Internacionales y miembro del Consejo Argentino de Relaciones Internacionales (CARI) considera que el balance es negativo. Según manifestó a este medio, "el Mercosur está presente en la retórica del gobierno de Alberto Fernández, pero en la práctica no existe una real priorización del mismo como un bloque o una plataforma de inserción internacional para la Argentina"; y reafirma: "en lo discursivo hay mucho énfasis en la integración regional, pero si no hay un entendimiento entre los presidentes de Brasil y Argentina, básicamente, no se le puede dar impulso al Mercado Común del Sur".
Otra de las cuestiones que destaca el especialista de la UNSAM es que cuando Argentina tuvo la presidencia pro tempore en la primera parte del 2021, no bloqueó ninguna de las negociaciones externas que hay en curso. "Es más, se incorporó una con la Unión Africana, se firmó un acuerdo sobre el comercio electrónico, se creó un foro empresarial para que los empresarios participen de las discusiones sin hacer lobby o sin vínculos informales, entre otras", agrega Frenkel; y enumera logros en materias no económicas como la agenda ambiental; el Programa de Integración Productiva de Energías Renovables y la creación de un grupo de negociación sobre el cambio climático para países del Mercosur.
En disidencia con Frenkel, Balbino sostiene que "durante estos dos años la gestión de Alberto Fernández le tocaron 6 meses de presidencia temporal, donde primó una lógica de política doméstica, con intereses partidarios locales en detrimento de una visión regional de Estado más largoplacista". Esto, según explica, genera "una tensión entre los mandatarios" que borra cualquier posibilidad de trabajar un profundo acuerdo entre Argentina y Brasil, las economías más grandes e imprescindibles del Mercosur.
En suma, se hace evidente que no todos los mandatarios que integran el Mercosur creen en los mismos modos de darle impulso al bloque regional. Para Alberto Fernández, "potenciar el Mercosur" es comerciar más al interior del bloque, mientras que para otros presidentes como Lacalle Pou es sinónimo de ampliar el comercio exterior del mismo. No obstante, más allá de lo que el Presidente argentino exprese sobre su intención de consolidar el comercio intra-regional, está claro que algunas medidas económicas tomadas durante su administración perjudican a los exportadores argentinos y del exterior, lo cual en la práctica disminuye el comercio al interior del Mercado Común del Sur.