Una de las principales espadas del PRO en la Cámara de Diputados es Nicolás Massot, jefe del bloque dejó una definición polémica en una extensa entrevista. Allí, además de referirse a las leyes que busca sancionar el Gobierno, se refirió a la década del ‘70.

“Lo que no puede pasarnos, y no le pasa a sociedades que han vivido situaciones como la nuestra, es que generaciones que ni siquiera vivimos esa época tengamos que seguir dedicándole el tiempo que tendríamos que dedicar a los combates de la actualidad”, sostuvo el diputado en referencia a las acusaciones sobre al rol de su familia durante la dictadura.

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Además de apuntar contra sectores que “utilizan” este tema porque “pueden obtener algún rédito, el diputado sostuvo que  "El desafío es superar ese capítulo con mayúscula, que implica no sólo memoria, justicia y verdad. Es también perdón". Y agrega: "El perdón no es religioso. Es una cualidad del ser humano. Los agnósticos o los ateos también perdonan. Y hay un ejemplo muy importante. Como el que se vivió en un contexto diferente con el apartheid. Pero creo que con los años 70 hay que hacer como en Sudáfrica y llamar a la reconciliación".

Seguramente yo tenga muchas cosas para mejorar. No es malo cambiar de roles. Me gustaría un lugar en el Ejecutivo

Nicolás es sobrino de Vicente Massot, el director del diario La Nueva Provincia. Está acusado de ser el supuesto coautor de diversos homicidios y encubridor de 35 asesinatos publicados en el diario como “muertes en enfrentamiento”. No obstante, el periodista sostiene que esos editoriales eran escritos por su madre.

El factor Elisa “Lilita” Carrió también fue parte de la charla. En diciembre, antes de irse de vacaciones la líder de la Coalición Cívica sostuvo que el Gobierno venía cometiendo errores de “comunicación”. "Siempre creo que la democracia exige explicaciones, pero hay algunas teorías de la comunicación y algunos sectores del Gobierno que dicen que no hay que comunicar", le confió al diario La Nación. Sobre esto, Massot le respondió que “Puede ser una autocrítica el que hayamos subestimado la angustia que podía generar la confusión en muchos jubilados”.