Los candidatos afinan estrategias y salen a la caza de los votos más esquivos. En la provincia de Buenos Aires, que concentra casi el 40% del padrón nacional y donde no hay balotaje, se librará la madre de las batallas electorales. María Eugenia Vidal recorre los municipios de linaje peronista del conurbano y participará de un evento junto a Martín Lousteau. Alberto Fernández acompaña a Axel Kicillof al mismo territorio para apuntalar el engranaje kirchnerista donde hoy tienen una leve ventaja.

El repunte de Macri en las encuestas no alcanza todavía para conseguir la reelección de Vidal. En el equipo de la gobernadora bonaerense saben que precisarán de un corte de boleta récord para contrarrestar la diferencia que Alberto Fernández tendría sobre el jefe de Estado en el distrito, según indican las encuestas. Por eso focaliza el último tramo de la campaña en el conurbano, el terreno más desfavorable para el oficialismo en el que Cristina es la mandataria más aprobada. 

Mariu con Lousteau y Kicillof con Alberto: foco en la tercera sección electoral

En la tercera sección electoral, donde el peronismo gobierna localidades importantes como La Matanza, Lomas de Zamora, Almirante Brown y Avellaneda, se librará la mayor disputa proselitista. 

Vidal busca achicar la diferencia. Para ello, al igual que lo hizo el viernes con Elisa Carrió en Pilar -perteneciente a la primera sección, donde existe mayor paridad- incorpora a Martín Lousteau en la campaña. Junto al economista, candidato a senador por la Ciudad, brindarán una charla en la Universidad de Lomas de Zamora ante doscientos alumnos.

Alberto Fernández aterrizó para reforzar el apoyo al exministro de Economía: recorrerán juntos Almirante Brown y Lomas de Zamora. De cara al sprint final, Kicillof transitará el interior de la Provincia. Allí es donde más fuerte se hace el Gobierno. El kirchnerismo busca que el protagonista en ese territorio sea Sergio Massa, cuya aceptación es mayor a la de Cristina.

La estrategia emula a la del precandidato presidencial del Frente de Todos, quien desembarcó por segunda vez en dos semanas en la provincia de Córdoba, tercera en cantidad de electores a nivel nacional y la más esquiva para el kirchnerismo: en el ballotage de 2015, Macri se impuso sobre Scioli con el 70% de los votos.