"Fue un debate interno que llevó mucho tiempo. Obviamente, esta decisión fue muy dura, porque el ego empujaba", señaló el líder del PRO.

En declaraciones radiales, el ex jefe de Estado explicó que "había tantos argumentos para decir que sí, como para decir que no" y reconoció que se reunió con importantes empresarios y dirigentes políticos para definir su futuro político: "Antes de tomar decisiones importantes me acostumbré a escuchar a todos".

"Me costó mucho pensar esto, pero terminé sintiendo que hay que romper esto de que un liderazgo salvador resuelve todo: esto lo hacemos entre todos o no va a suceder", expresó.

De todos modos, Macri aseguró que "esta decisión lleva más de dos años" y agregó: "No necesito revancha".

"Que Juntos por el Cambio esté en la pole position para ganar la elección que viene quiere decir que la historia me dio la revancha", analizó.

Al ser consultado sobre qué le puede aportar a un eventual próximo Gobierno de Juntos por el Cambio, el ex mandatario indicó: "Poder estar disponible siempre para el Presidente cuando crea que le puedo dar un consejo".

"Ojalá que el que sea elegido sepa rodearse bien", subrayó Macri, quien se lamentó de "haber tenido demasiada paciencia con el abuso de poder de algunos, la maldad, la militancia en el lugar equivocado" durante su gestión al frente de la Casa Rosada.

Asimismo, Macri definió al Gobierno del Frente de Todos como un "ejército de demolición" y tildó al presidente Alberto Fernández de "improvisado".

"El Estado nacional y casi todos los provinciales se transformaron en aguantaderos de la militancia y eso hay que cambiarlo de cuajo: tal vez hay que centrar y quedarse con los empleados públicos que responden a un concurso de carrera", lanzó.

También consideró que "hoy lo que manda es el coraje, porque los malos ya anunciaron que vuelven con las piedras, como dijo (Pablo) Moyano".

Por otra parte, al referirse a la situación en la Ciudad de Buenos Aires, Macri expresó su apoyo a su primo Jorge Macri como precandidato a jefe de Gobierno porteño, en desmedro del radical Martín Lousteau.

"El PRO ha marcado un rumbo de modernidad y calidad en la gestión que lo tiene que seguir marcando en Capital. Tenemos a alguien muy preparado: Jorge Macri tiene una experiencia única, muy valiosa", señaló, a la vez que auguró que Horacio Rodríguez Larreta "se va a jugar" por Jorge Macri "porque las cosas caen por su peso propio y él se da cuenta".

Además, Macri volvió a cuestionar al vicepresidente de Boca, Juan Román Riquelme, por su "nivel de autoritarismo", al tiempo que evitó dar precisiones sobre si será parte del proceso electoral en el club de la Ribera.

Al referirse al rol de Riquelme dentro de la institución del sur porteño, el ex presidente consideró que "la forma en que conduce no es buena para Boca y le está haciendo mucho daño al club".

"Tiene un nivel de autoritarismo que he visto pocas veces, no es bueno lo que está haciendo Román", insistió Macri, quien presidió Boca entre 1995 y 2007.