En paralelo a la controversia constitucional que rodea a la posible re-reelección del gobernador de la Rioja, Sergio Casas, un caso similar se presenta en Río Negro con el mandamás oficialista Alfredo Weretilneck, y la polémica se instaló en el centro de la escena cambiemita. Mientras Mauricio Macri ya tomó partido por Sergio Wisky en la provincia sureña, las leyes electorales han revelado contradicciones en la alianza gubernamental.

En el transcurso de la semana, varios funcionarios de Cambiemos se pronunciaron en las redes sociales contra la enmienda que la Legislatura de La Rioja aprobó el pasado 17 de diciembre para que el funcionario del Frente Para la Victoria pueda ser reelecto. Encabezados por los representantes del distrito en el Senado, Inés Brizuela y Doria y Julio Martínez -quien se perfila como el candidato de la alianza oficialista-, varios dirigentes arremetieron contra lo que consideran una maniobra inconstitucional del gobernador. 

El artículo 122 de la Constitución riojana establece que tanto el gobernador como su vice no pueden ser reelectos o sucederse por más de un período consecutivo para ninguno de los dos cargos. Casas fue vicegobernador durante el período 2011-2015 y luego asumió como gobernador. Sin embargo, 27 legisladores acompañaron con su voto la enmienda que deberá ser convalidada por una consulta popular en una elección general.

Por su parte, Alfredo Weretilneck asumió como vicegobernador de Río Negro en diciembre de 2011. Sin embargo, el 1 de enero de 2012 asesinaron a Carlos Soria, quien había tomado las riendas del distrito tres semanas atrás, y Weretilneck debió reemplazarlo, por lo que gobernó la provincia a partir de ese entonces. El gobernador obtuvo la reelección en diciembre de 2015 y argumenta que la ley lo habilita a presentarse en los comicios de 2019. 

La coyuntura abre una paradoja en Cambiemos. Si bien el caso de Casas parece no admitir discusión alguna y se postula como una violación a la Constitución, el expediente Weretilneck, quien explica que el fue electo solo en el período 2015, despierta discordia en la posición de la alianza oficialista.

Macri ya le brindó su apoyo a Wisky, que ya se pronunció contra la re-reelección de su rival e incluso amanezó con judicializar el caso. La posición del partido todavía no ha sido informada.

Lo que subyace detrás es la intención de votos que presentan ambos candidatos: tanto Wisky como Lorena Matzen -la eventual candidata del radicalismo si no prospera el atajo legal de Weretilneck-, carecen de votos para luchar con Martín Soria, el intendente de General Roca, del Frente Para la Victoria. En cambio, pese a que corre de atrás, la imagen con la que cuenta el actual gobernador le permitiría soñar a Cambiemos con la retención del poder en la provincia. Previo a eso, deberá resolver sus propias contradicciones.