Lucha en el barro con Kicillof y un pleno a la grieta, en el debut del Pichetto macrista
Luego del furor por su incorporación a Cambiemos, el Miguel Ángel Pichetto macrista debutó en una campaña polarizada, profundizando la grieta y arrastrando al barro a Áxel Kicillof.
En una carrera que ya tiene las alianzas definidas, pero en la que todavía quedan varias incógnitas respecto al papel que interpretarán algunos actores, ya marcó la cancha mostrándose como el dirigente cambiemita sin bozal.
Más macrista que Macri, el senador por Rio Negro conjugó en menos de 48 horas el discurso promercado que lloraban los empresarios, la apertura que reclamaba el radicalismo y la grieta con el kirchnerismo que construyeron -e incentivaron- Jaime Durán Barba y Marcos Peña.
Primero, hubo pase de facturas para el Partido Justicialista por nunca haberle dado el protagonismo que -según él- merecía. Pero, aclaró, no hay rencores con sus excompañeros ni espacio para lamentos por su salida del espacio donde militó por más de 40 años.
Luego, tras un asado con los peronistas del PRO, Pichetto disparó contra el precandidato a gobernador de la provincia de Buenos Aires por el Frente de Todos, a quien acusó de haber forjado sus primeras armas en política y economía bajo el ala del partido comunista.
Reviviendo la campaña del miedo y asegurando que el regreso del kirchnerismo no es más que pavimentar el camino hacia un destino tan temido como caótico que es Venezuela, recordó algunas de las medidas tomadas por el economista durante su etapa como ministro: el cepo al dólar, la feroz emisión monetaria y el freno a las importanciones.
Desde el entorno de Áxel Kicillof no hicieron más que desmentir cualquier tipo de militancia suya en el PC y explicar que el diputado no le responderá en público para no darle entidad a sus declaraciones. El que sí recogió el guante fue Agustín Rossi, que lo acusó de "botón", "tránsfuga" y "macarthista".
Y aunque se mantuvo impermeable ante el eterno reclamo del macrismo (expresado esta vez por Eduardo Feinmann en su programa) de desaforar a Cristina Fernández de Kirchner, Miguel Ángel se mostró alineado con el resto de los pilares que configuran el discurso macrista.
Lucha contra el narcotráfico, control migratorio, una pizca de optimismo económico, obra pública, valores intangibles, política internacional y polarización. Mucha polarización. Hasta ahora, Pichetto siguió al pie de la letra todos los pasos de la receta macrista.