En la madrugada del viernes, cuando el Senado volteó el decreto que ampliaba en $100.000 millones los fondos para la relanzada Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE), la oposición logró redimirse de la derrota sufrida en la Cámara de Diputados el miércoles, cuando falló en su intento por reunir los dos tercios para mantener con vida la reforma jubilatoria vetada por Javier Milei, con el argumento de que el proyecto atenta contra el plan económico del Gobierno.

Cuando el Presidente ejecute su nueva promesa de veto total a la Ley de Financiamiento Universitario, que la Cámara alta sancionó horas antes tras una maratónica jornada -que se había iniciado con la aprobación del proyecto de Boleta Única de Papel-, empezará la cuenta regresiva de un batalla que de movida asoma complicada para la oposición.

A partir de la publicación del veto en el Boletín Oficial, comenzarán a correr los diez días hábiles cuyo término habilitará a Diputados a discutirlo.

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La iniciativa podría tener tratamiento en las mismas comisiones de Educación y Presupuesto y Hacienda, pero el antecedente de la ley de movilidad previsional da la pauta de que no se elegirá ese camino, y se llevará al recinto sin escalas (sin dictamen).

La comisión de Educación está presidida por Alejandro Finocchiaro, del PRO, mientras que la de Presupuesto y Hacienda es liderada por el oficialista José Luis Espert.

En ese escenario, en una hipotética sesión primero habría que reunir quórum, pero luego vendría la tarea más engorrosa: juntar dos tercios para forzar la inclusión del DNU en el temario, para posteriormente replicar esa misma mayoría en el hemiciclo, de manera tal de rechazar el veto presidencial.

El pasado 15 de agosto, la iniciativa cosechó en la Cámara baja 144 votos positivos y 77 negativos. El resultado quedó bastante lejos de los dos tercios.

En consecuencia, si se reprodujera el mismo resultado, el oficialismo saldría airoso y el veto quedaría firme.

Las esperanzas para la oposición se desinflarían aún más si se considera que la Unión Cívica Radical (UCR) había votado enteramente a favor de la iniciativa -con una abstención y cuatro ausencias-, pero en estos últimos días al centenario partido le explotó la interna después de que cinco de sus diputados cambiaran el voto para colaborar con el oficialismo en el sostenimiento del rechazo a la ley de movilidad previsional.

"Es más difícil que lo de las jubilaciones, pero a su vez va a haber presión social más explícita", confesaron altas fuentes del bloque de la UCR en diálogo con la agencia Noticias Argentinas. "Creo se pondrá una mayor atención a la asignación que haya a las universidades en el Presupuesto 2025 que Milei presentará este domingo en el Congreso", agregó.