El domingo, mientras Macri, Vidal, Carrió y Larreta festejaban por turnos en Costa Salguero, había una figura que no aparecía en el primer plano. De bajo perfil, la diputada electa Graciela "la hormiguita” Ocaña, resultó ser la candidata más votada del país con 3.896.150 votos, más de 18 mil votos sobre el senador electo Esteban Bullrich y le sacó seis puntos a Fernanda Vallejos, la candidata de Cristina Kirchner.

Ocaña cerró con Cambiemos en mayo, cuando tuvo una reunión en Casa Rosada, junto al presidente Mauricio Macri, la gobernadora María Eugenia Vidal y Horacio Rodríguez Larreta. Sin embargo, su relación con el macrismo no es nueva. El año pasado, el espacio de Cambiemos la había apoyado para ser Defensora del Pueblo, cosa que no llegó a buen puerto.

Ocaña supo ser una "lilita” cuando fue diputada por el ARI, espacio fundado por Elisa "Lilita” Carrió. Luego, en el 2004, desembarcó en el gobierno de Néstor Kirchner como directora del PAMI. Cristina Kirchner, en el 2007, la designó como ministra de Salud: el sueño duró poco. Quedó desprestigiada en medio de una epidemia de dengue y resistió hasta el 2009. Un día después de la derrota de Néstor Kirchner ante Francisco De Narváez, renunció a su cargo.

En las PASO del 2015 compitió con Martín Lousteau por la jefatura porteña, pero perdió. Ahora, su banca en la Legislatura quedará a cargo de Diego García de García Vilas.

Lo cierto es que los números hablan por sí solos a la hora de referirse al apoyo que recibió Ocaña en las PASO y luego también en la elección definitva. Resta esperar cuál será el lugar que recibirá por parte del presidente Mauricio Macri y la mesa chica del Gabinete.

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