Mientras el Senado se prepara para tratar este miércoles en el recinto los proyectos de Ley Bases y el paquete fiscal, Javier Milei alista su equipaje para partir a la madrugada rumbo a Europa, aunque no sin dejar indicaciones sobre hasta qué punto ceder en los cambios a las iniciativas que, de recibir luz verde en la Cámara alta, deberán regresar a Diputados. Para llegar a este escenario, el oficialismo necesita el visto bueno de 37 legisladores y por el momento sólo tiene asegurados 35 avales. En tanto, 34 votarían en contra y hay tres indecisos que definirían el partido.

Se trata del radical Maximiliano Abad y de los integrantes de Alianza por Santa Cruz, José María Carambia y Natalia Elena Gadano, cuya tendencia será crucial para la aprobación o el rechazo de las propuestas del Poder Ejecutivo. En este último caso, no podrán volver a ser tratadas en lo que resta del año, pero si La Libertad Avanza logra inclinar la cancha a su favor, regresarán al órgano presidido por Martín Menem, en donde se podrá insistir con su redacción original o bien ratificar las modificaciones.

En este marco, el Gobierno apura las tratativas con la oposición dialoguista con el objetivo de conseguir los avales necesarios para la sanción de las iniciativas. Pese a que el jefe de Estado no estará en territorio nacional al momento de la sesión en el Senado, dejó a cargo de las conversaciones al jefe de Gabinete, Guillermo Francos, a la vez que ordenó poner límites a las concesiones.

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Desde el entorno de Milei aseguraron que las facultades delegadas no son negociables, pero sí se evalúa la posibilidad de excluir a Aerolíneas Argentinas de la lista de empresas que el Congreso autorizaría al Ejecutivo a privatizar. En tanto, Agua y Saneamientos Argentinos (AySA) y Correo Argentino seguirían formando parte de la nómina.

Otros puntos que generan rispideces y que pondrían en riesgo la aprobación de las normativas son el Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI) y el Impuesto a las Ganancias.

Sin el Presidente en la Argentina, quienes se encargarán de fijar las demarcaciones son su asesor, Santiago Caputo, y el ministro de Economía, Luis Caputo. Según una fuente de Casa Rosada citada por Clarín, "uno define el límite político y el otro el tema fiscal". Además, señalaron que "la intención es que, cuando vuelva a Diputados, se vote lo del Senado".

Entre los 34 apoyos que el oficialismo tiene asegurados, se encuentran los siete propios, el PRO, un sector mayoritario de la Unión Cívica Radical (UCR), partidos provinciales y peronistas dialoguistas. Del lado del rechazo se ubican los 33 integrantes de Unión por la Patria y el radical Martín Lousteau, quien defenderá un dictamen propio.

La votación será definida por los tres senadores indecisos: Abad, que fue el único radical que no acompañó ningún dictamen; mientras que el santacruceño Carambia apoyó el del oficialismo con disidencias, en sintonía con su coprovinciana Gadano.

En caso de un empate, la decisión final quedará en manos de la titular de la Cámara alta, Victoria Villarruel quien, de estar en ese momento reemplazando a Milei en las tareas presidenciales, será relevada por el presidente provisional, Bartolomé Abdala.