Julio Crivelli, el abogado fanático del arte que presidirá la Cámara de Construcción
La Cámara Argentina de la Construcción (Camarco) tendrá, por primera vez en su historia, un presidente abogado. Se trata de su actual secretario, Julio César Crivelli, un personaje atípico en el sector, asociado de manera lateral a la construcción y más conocido en el establishment por su pasión por el arte que por esa actividad.
Crivelli, dueño del estudio jurídico y de la constructora que lleva su nombre, es además el presidente de la Asociación de Amigos del Museo Nacional de Bellas Artes, conocida por sus excéntricos eventos de recaudación de fondos.
La empresa que lo ata a Camarco es considerada una pyme en el sector y se dedica sobre todo al alquiler, montaje y desmantelamiento de andamios, la construcción de chimeneas y hornos industriales, el acorazamiento de cajas fuertes y cámaras frigoríficas y al armado e instalación de compuertas para diques.
El histórico abogado de Camarco es, además, un experto en PPP, el mecanismo al que el Gobierno apuesta para evitar un freno abrupto en la obra pública, en medio de la crisis y de la necesidad de ajustar las cuentas fiscales para cumplir con el Fondo Monetario Internacional.
El futuro titular de la cámara que agrupa a los constructores es un ferviente liberal y considera que "cuando se restringe la libertad del mercado con absurdas reglas dirigistas, se desnaturaliza el funcionamiento y disminuye la capacidad de los agentes de afrontar los riesgos".
Pero Crivelli no solo es un mecenas de arte sino que se dedica a la escritura y publicó dos libros: La Huida (Ediciones del Dock, 2008) e Inexorable (Biblos, 2015). También es integrante del Consejo Consultivo de COAS, profesor titular del Posgrado de la Procuración del Tesoro de la Nación y profesor de Posgrado de la Universidad Austral. En 2017 fue distinguido como Personalidad Destacada de la Cultura por la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires.