A una semana de las PASO, los candidatos continúan con la campaña proselitista y enfocan sus esfuerzos en sumar los últimos votos que les han sido esquivos. Las últimas encuestas fueron claras: la polarización está más presente que nunca y cada sufragio es un paso más para permanecer o llegar a la Casa Rosada el 10 de diciembre de 2019.

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Tanto el Frente de Todos como Juntos para el Cambio tienen un objetivo común: conquistar a los votantes indecisos. No se trata de un fenómeno nuevo; ya desde hace varias elecciones que son protagonistas y, en esta oportunidad, podrían inclinar la balanza para uno de los dos lados.

“Hoy los indecisos están en torno a los 12 o 13 puntos. Está claro que aproximadamente el 10% del padrón electoral va a terminar de definir la elección y a quien va a votar el mismo domingo. Indudablemente esto pasa en todas. Este año, se suma la extrema polarización que estamos viviendo”, dijo en diálogo con El Canciller, Carlos Germano, analista político y consultor.

El especialista en comunicación y opinión pública de Germano & Asociados arriesgó que, teniendo en cuenta cómo se fue dando la campaña política, los indecisos beneficiarán al oficialismo.

“Hay un núcleo duro que son “los desencantados”, que votaron a Mauricio Macri con mucho entusiasmo y luego no estuvieron de acuerdo con sus políticas. Sin embargo, este grupo no está convencido con sectores de la oposición, sobre todo con el kirchnerismo, y a medida que se fue conformado el Frente de Todos, fueron inclinándose más por el oficialismo”.

La realidad es que Juntos por el Cambio encontró en las semanas previa a las PASO la estabilidad cambiaria y una diminución muy tenue de la inflación, algo que podría inclinar la balanza en la elección de los indecisos. Pero además, la apertura del espacio con la incorporación como candidato a vicepresidente de Miguel Ángel Pichetto fue muy bien recibida.

La desaparición de la tercera fuerza

Germano comparó la polarización de este año con la que existió en 1999, que tuvo como candidatos a Fernando de la Rúa y Eduardo Duhalde. Y sostuvo que, en estas PASO, la tercera fuerza se desinfló y desapareció.

“En 2015, Sergio Massa mantuvo un importante protagonismo en todos los comicios, tanto en las primarias como en la primera vuelta. Esto no está pasando, tenés a un Roberto Lavagna que está haciendo esfuerzos supremos para mantenerse en los dos dígitos y la polarización lo va a arrastrar”, consideró el consultor. Y remarcó: “a principio de año, la figura de Lavagna había generado algunas expectativas. Eso se derrumbó totalmente; cambió el escenario electoral y hoy solo queda la polarización”.

¿Voto vergonzante, odiadores o identificación partidaria negativa?

De acuerdo a varios consultores, muchas de las personas que están encuadradas dentro de los “indecisos” no son tal, sino que no quieren anticipar su voto y que, por múltiples causas, no se ven representados en ninguno de los candidatos.

“Se habla de voto vergonzante; yo prefiero hablar de identificación partidaria negativa, son segmentos que uno podría denominar “odiadores”, es decir, aquellos que de ninguna manera votarían a alguna de las dos fórmulas principales, sino que están buscando una alternativa que evidentemente no les está brindando ninguna de las dos opciones que se le presentan”, explicó Celia Kleiman, Directora General Polldata Consultores.

El escenario aún está abierto y cualquier proyección del segmento de indecisos es subjetiva. “Esto seguramente opere luego de las PASO y comience a ponerse en juego el llamado voto estratégico o voto útil. Ahí veremos qué pasa con estas personas; si terminan votando a alguna de las dos fórmulas que seguramente ganarán la elección, votarán en blanco o decidirán quedarse en su casa”, concluyó.