Hugo Moyano y Mauricio Macri viven días de máxima tensión. La guerra está declarada y el líder de Camioneros es sin dudas el enemigo número uno del Gobierno Nacional.

Sin embargo, luego de que anunciaran la marcha del 22 de febrero, la respuesta de la Casa Rosada no tardó en llegar. ¿Por qué? Desde la AFIP buscarían darle respiro al conflicto con OCA, la empresa ligada a Moyano, en el marco de una deuda cercana a los 3700 millones de pesos.

De esta forma, el organismo recaudador armaría un plan acorde a la empresa postal para evitar una quiebra en el caso de que deba saldar el monto completo. Serían, según un artículo de La Nación, un plan de pago de 96 cuotas para las deudas impositivas y de 48 para las previsionales.

Un gesto, al menos por unos días, por parte del Presidente y su mesa chica justo un día después de la marcha y movilización que encabezan los dirigentes de Camioneros y un sector de la CGT (la paz del gremio está a punto de quebrarse nuevamente). Buscan, claro, que la protesta provoque un fuerte cimbronazo en el Ejecutivo Nacional.

OCA-GATE

Sin embargo, la UIF está revitalizada después de lo desdibujada que quedó al comienzo de la gestión Cambiemos. Su informe sobre el camionero terminó plasmado en una denuncia ante el fuero Penal Económico por la Procuraduría de Criminalidad Ecónomica y Lavado de Activos.

La denuncia es por evasión impositiva y lavado de activos. Involucra no sólo a OCA y a Hugo y Pablo Moyano sino a diferentes grupos empresario y al Club Atlético Social y Deportivo Camioneros. 

Una de las sospechas es que hubo transferencias de plata a la Mutual de Camioneros cuando la empresa de correos estaba en rojo.