El Senado comandado por Cristina Kirchner estará esta semana en el centro de la escena por tres temas clave. El viernes pasado avanzó con el dictamen para modificar la elección del Procurador General de la Nación y lo llevará al recinto para su media sanción. La propuesta implica acortar el mandato del jefe de los fiscales a cinco años con posibilidad de un segundo turno.

Desde Juntos por el Cambio anunciaron su rechazo al proyecto de mayoría, aunque se descarta que el Frente de Todos contará con los votos necesarios para dar luz verde a la iniciativa y girarla a Diputados.

Queda aún como incógnita qué postura adoptará el candidato oficial para el cargo, Daniel Rafecas, quien había asegurado que no aceptaría el cargo sin la aprobación de los dos tercios del Senado. Consultado sobre este tema, el presidente Alberto Fernández se mostró confiado en que el magistrado podría revisar la cuestión y esta semana mantendrán una reunión para intentar disuadirlo

A su vez, el martes comenzará la discusión en la comisión de Presupuesto y Hacienda de la Cámara alta del "Aporte Extraordinario y Solidario" que llega ya con el visto bueno de Diputados.  A pesar de la polémica que presentó este gravamen por única vez a los patrimonios mayores a los 200 millones de pesos, el oficialismo aspira a convertirlo en ley lo antes posible, seguramente en la primera semana de diciembre.

El tema del protocolo para las sesiones estará presente como planteó desde JxC ya que reclaman la vuelta total a la presencialidad y el mecanismo mixto acordado hasta el momento vence el 30 de noviembre.

Finalmente, el otro tema que tiene en vilo a la Cámara Alta es el "poroteo" por los votos para la legalización del aborto, cuyo proyecto el Ejecutivo envió la semana pasada al Congreso. Si bien la iniciativa recién comenzará a transitar el plenario de comisiones en Diputados y no llegaría al Senado hasta dentro de unos meses, la disputa uno a uno ya se activó.

El mapa actual arroja 35 votos por el rechazo, 33 a favor y 4 indecisos dejando abierto el panorama para cualquier desenlace. Hay quienes sueñan con un empate que lo defina la vicepresidenta con la sanción de una ley que sería histórica. Pero CFK, hasta el momento, optó por el silencio. ¿Estrategia o precaución?