A una semana de la desaparición y secuestro del gendarme argentino Nahuel Agustín Gallo al ingresar a Venezuela desde Colombia para una visita familiar, el Gobierno cree que el joven detenido podría haber sido trasladado a la temible prisión El Helicoide, en Caracas. Mientras sus parientes recorren la capital en busca de respuestas, crece la hipótesis de que esto es parte de un plan de retenciones ilegales de turistas de diversas nacionalidades que lleva a cabo el régimen chavista para negociar su libertad a cambio de un salvoconducto para que Nicolás Maduro pueda irse a un país aliado.

Estos últimos rumores son parte de las especulaciones que se acrecentaron tras la crisis desatada luego de las elecciones presidenciales del 28 de julio pasado, cuando Maduro se adjudicó la victoria, al igual que lo hizo la oposición. Pese a los reclamos internacionales de transparencia, el líder venezolano se ha negado a reconocer que hubiera fraude, por lo que se resiste a ceder el poder cuando llegue el momento del traspaso presidencial, el próximo 10 de enero. 

En este contexto, Gallo fue detenido el pasado 8 de diciembre tras ingresar con el fin de visitar a su esposa y a su hijo. La información inicial es que estaba preso en el estado fronterizo de Táchira, aunque la familia y el Ejecutivo de Javier Milei barajan ya la posibilidad de un traslado a la capital ante una presunta acusación de espionaje, acción que el ministerio de Seguridad a cargo de Patricia Bullrich ha desmentido.

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Este arresto ilegal se suma a la detención de un empleado de la embajada argentina en Caracas y al asedio denunciado por la administración libertaria sobre los seis opositores refugiados en la sede diplomática. La profundización de la crisis bilateral se produce a menos de un mes de la reasunción de Maduro a un nuevo mandato de seis años.

Sin embargo, el régimen chavista tiene secuestrados -además- a ciudadanos de Bolivia, Colombia, Ecuador, España, Estados Unidos, Perú y Uruguay, con los que buscaría negociar su inmediata salida ante un posible estallido de la crisis institucional, según recopiló Infobae. 

La oposición asegura que Edmundo González Urrutia -alfil de María Corina Machado- ganó los comicios y por eso luchan por terminar con la administración de Maduro. En el Palacio Miraflores, como consecuencia, se ha incrementado en los últimos meses la tensión política y el temor a la posible reacción de la sociedad venezolana si el líder reasume sin atender a los reclamos internacionales.

En este marco, habría unos 20 ciudadanos de otros países retenidos ilícitamente, que el régimen chavista estaría dispuesto a liberar a cambio de una salida sin obstáculos del actual presidente hacia Cuba o Rusia, dos de sus principales aliados.

Por el momento no hay ningún tipo de información oficial sobre el paradero de Gallo, sobre quien Bullrich reclamó "la inmediata liberación" el viernes último y advirtió: "Maduro, cada minuto que lo retengas va a ser un paso más hacia tu propio fin".