Guillermo Francos volvió a ser ingresado en la clínica Sagrada Familia, ubicada en el barrio porteño de Belgrano, aunque afirmaron que la visita fue "parte de un control clínico y neurológico regular".

Por la mañana, fuentes allegadas al jefe de Gabinete habían llevado tranquilidad al aclarar que se trataba de estudios "programados", en declaraciones a la agencia Noticias Argentinas.

Posteriormente, pasado el mediodía, el parte de prensa al que accedió El Canciller confirmó: "El Sr. Ministro Dr. Guillermo Francos ingresó a esta clínica como parte del control clínico y neurológico regular a cargo de su médico de cabecera, Dr. Pedro Lylyk".

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"Se efectuaron exámenes clínicos, de laboratorio, tomografía computada, resonancia magnética nuclear y electroencefalograma normales", añadieron desde la citada clínica, a la vez que aseguraron que Francos se encontraba "lúcido" y "estable". 

La noticia de su ingreso había preocupado en un principio, dado que en septiembre pasado el funcionario había sido internado en el Hospital de Pacheco y luego derivado al mencionado centro sanitario por un cuadro gastrointestinal agudo.

En esa ocasión, Francos, de 74 años, padeció una lipotimia que le generó una pérdida momentánea del conocimiento. Luego de permanecer dos días en observación, se recuperó y recibió el alta médica el lunes 9 de septiembre.

En aquel momento, el funcionario de la administración libertaria había declarado que fue un tema "no demasiado serio" y que solo se trató de una "infección urinaria". Además se refirió a las rumores que relacionaban su condición con el estrés: "No me doy cuenta, pero bueno, la tarea es demandante y quizás uno le dedica más tiempo que la que el cuerpo resiste".

El jefe de Ministros había acompañado el jueves a Milei en la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC), realizada en el Hotel Hilton de Puerto Madero. Luego había participado por la tarde en el 12° Fórum Empresarial de Buenos Aires, en la Asociación Argentina de Polo.