Roberto Lavagna inauguró su campaña de cara a las elecciones presidenciales en octubre. En su visita a Córdoba, se sacó una foto con el siempre confiable Juan Schiaretti y almorzó con un grupo de empresarios.

Aunque todavía lo niega y asegura que solo busca "lograr consensos", el rally continúa y, mientras agenda cada vez más reuniones, sigue sin definir el dilema de someterse a unas PASO, como le exigen los dirigentes del peronismo alternativo.

Foto con Schiaretti, una promesa a los empresarios y la PASO peronista: inicia Lavagna su carrera

Luego de juntarse con los restantes líderes de Alternativa Federal, Marcelo Tinelli, Matías Lammens y algunos gobernadores, Lavagna desembarcó en la estratégica Córdoba para dialogar con Schiaretti sobre la importancia de conseguir consensos, antes de definir candidaturas.

Sin embargo, el extitular de la cartera económica prefiere patear la discusión de la PASO peronista para ganar fuerza en las encuestas -en detrimento de Mauricio Macri-, mientras en simultaneo Urtubey y Massa le reclaman un baño de humildad, algo que fue comunicado por Schiaretti.

La perlita la ofreció luego de la reunión ante la consulta por su valoración de los tres fundadores de Alternativa Federal que no estaban presentes. Obviando al gobernador de Salta y al exintendente de Tigre, Lavagna prefirió rescatar a Pichetto, de quien destacó su "enorme labor" en la Cámara de Senadores.

"Hablamos sobre la situación del país, pero estoy acá en términos de difundir esta idea de un Gobierno de unidad nacional", explicó Lavagna.

Foto con Schiaretti, una promesa a los empresarios y la PASO peronista: inicia Lavagna su carrera

Recuperación del consumo, incentivación de las inversiones y aumento de exportaciones. Esos fueron los ejes de la receta que, luego, Lavagna le mostró a los empresarios para convencerlos de una posible reactivación económica, al margen de la obligada renegociación del acuerdo con el FMI.

Condenando las teorías y las prácticas ortodoxas diseñadas por Lagarde y ejecutadas por el Gobierno, el exministro de Néstor Kirchner busca seducir a un Círculo Rojo que, decepcionado por los errores de Cambiemos, se entusiasma con su candidatura y se sienta a escuchar al único dirigente que se ubica por encima de la grieta.