Mientras gestiona la transición con Mauricio Macri hasta el 10 de diciembre, Alberto Fernández comenzó a diagramar su futuro Gobierno. En materia de política exterior, el presidente electo tiene tres líneas activas que buscará apuntalar en los próximos días: la relación con Donald Trump, el acercamiento con Andrés Manuel López Obrador y los vínculos en Sudamérica, la agenda que les encomendó a sus emisarios previo a su asunción.

Estados Unidos

El primer mensaje llegó desde Washington. El secretario de Estado, Mike Pompeo, felicitó este lunes al flamante mandatario por su triunfo en las elecciones. A diferencia de lo que ocurrió antes de las PASO, cuando Donald Trump apoyó de manera explícita la candidatura de Macri, el primer mandatario estadounidense optó por el silencio en la campaña de las generales.

Sergio Massa viajó dos veces al país norteamericano entre agosto y octubre, encomendado por Fernández. En su primer viaje, el tigrense se reunió con el exintendente de Nueva York Rudy Giuliani, amigo personal suyo, y de Trump. También mantuvo un encuentro con Mark Jones, uno de los académicos más importantes de Estados Unidos en Ciencias Políticas, que tiene muchos vínculos con las empresas petroleras que explotan Vaca Muerta, entre las que destacan Shell y Exxon Mobil.

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Tres semanas atrás, Massa apretó el acelerador. Llevó a las oficinas estadounidenses un reperfilamiento de la deuda pública a 15 años, el que fue bien recibido por los ejecutivos financieros, según confiaron desde su entorno a El Canciller. También almorzó con líderes de fondos de inversión en el Council of The Américas.

Tiene diálogo constante con los interlocutores del mundo financiero de los Estados Unidos”, aseguraron.

México

Alberto Fernández tiene intereses comunes con el socialista López Obrador. El primero en acercarse al presidente mexicano fue Axel Kicillof, quien meses atrás visitó a integrantes de su partido. Según consignó La Política Online, el flamante mandatario argentino podría viajar hacia tierras aztecas a comienzos de la próxima semana para fotografiarse con él.

El principal punto de contacto internacional entre Fernández y su par mexicano es la moderación sobre la crisis humanitaria que rodea a Venezuela. Junto a España y Uruguay, México forma parte del Grupo Internacional de Contacto que apuesta a una salida dialogada entre el oficialismo y la oposición.

Sudamérica

Fernández replicó todos los saludos de los mandatarios de la región excepto el de Jair Bolsonaro, que aseguró sentirse molesto por la elección del pueblo argentino en las urnas.

El canciller de Brasil también lo atacó luego del triunfo sobre Macri. “No hay mucha ilusión de que el kirchnerismo Fernández puede ser diferente del kirchnerismo clásico. Los signos son los peores posibles. Parece que se acerca el cierre del comercio, el modelo económico retrógrado y el apoyo a las dictaduras”, disparó Ernesto Araujo. Las relaciones bilaterales con el principal socio económico del país hoy son sinónimo de incertidumbre.

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Con Evo Morales y Martín Vizcarra, presidentes de Bolivia y Perú, respectivamente, se reunió el último mes y desde el Frente de Todos descuentan que prevalecerá un vínculo estrecho.

La relación con Chile también representa una incógnita en la actualidad, a raíz de los levantamientos de los trasandinos contra el gobierno de Sebastián Piñera. “Nuestros pueblos merecen que trabajemos por la integración de nuestra América Latina y por un desarrollo que atienda a quienes más padecen este presente de desigualdad", respondió ante el saludo de su par chileno, en una crítica implícita a su política económica.