Tras unas semanas explosivas que erosionaron la alianza hasta -casi- rozar su núcleo, Cambiemos ratificó su poder y las nuevas medidas de ajuste en su primer test electoral luego de la crisis, en unas elecciones más que positivas en la localidad de Marcos Juárez.

Y aunque esta ciudad del sudeste de Córdoba posee poco más de 30 mil habitantes, el triunfo de Pedro Dellarossa en las urnas tiene un significado especial y determinante para el oficialismo, que reclamaba imperiosamente una alegría.

Marcos Juárez no solo fue la cuna de Cambiemos, sino que los comicios en esta Iowa cordobesa sientan un precedente fundamental para la política general, ya que exhiben un fuerte apoyo al camino elegido por la Casa Rosada y delineado junto al Fondo Monetario Internacional: el equilibrio fiscal.

Que un territorio de fuertes raíces conservadoras, de familias ricas con conexiones políticas y de grandes productores agropecuarios, demuestre este tipo de respaldo a un gobierno que afronta una crisis demoledora, que lo llevó a reactivar medidas antipáticas -en especial para esta localidad- como las retenciones, significa un futuro auspicioso.

Minutos después de las 20:00, el Presidente Mauricio Macri le envió un mensaje de audio por WhatsApp al reelecto intendente celebrando su triunfo y convocando a devolver la confianza con mucho trabajo.

Finalmente, el jefe de Gabinete, Marcos Peña, considerablemente debilitado tras la última cumbre cambiemita que se desarrolló en la Quinta de Olivos y se cobró el puesto de sus vicejefes de Gabinete, aprovechó para felicitar también a Dellarossa por su arrollador triunfo, en lo que consideró la consolidación del espíritu del cambio en la provincia.