En el inicio de la que será una semana legislativa intensa y decisiva para el Gobierno, referentes del Ejecutivo libertario se reunieron con algunos miembros de la oposición para negociar su estrategia de cara a la definición de una serie de proyectos en los que Javier Milei podría sufrir duros reveses. Ante la ausencia de Guillermo Francos por su reciente internación, la secretaria General de la Presidencia, Karina Milei, tomó el timón de la negociación con referentes del PRO, el MID y La Libertad Avanza. 

Desde el mediodía de este lunes, la "mesa chica" de Milei recibió al titular del bloque del PRO en Diputados, Cristian Ritondo, así como a las legisladoras amarillas Silvia Lospennato y Silvana Giudici; y al líder del Movimiento Integral del Desarrollo (MID), Oscar Zago, y su par Eduardo Falcone

El encuentro de los referentes del Ejecutivo -también representado por el vicejefe de Gabinete, Lisandro Catalán, y el ministro de Desregulación, Federico Sturzenegger- con representantes de otras bancadas consideradas más dialoguistas o afines también contó con la presencia del presidente de la Cámara baja, Martín Menem, Gabriel Bornoroni, Carlos Zapata, Santiago Santurio y Nadia Márquez.

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Tras la reunión, Ritondo reveló que trabajaron "sobre la relación entre los bloques" de La Libertad Avanza y el PRO y cómo deben "corregir" el vínculo, a la vez que confió: "Hay una propuesta de futuro porque el 16 de septiembre entraría el Presupuesto 2025 al Congreso".

"También hablamos de nuestra apreciación sobre el decreto sobre acceso a la información pública", agregó antes de puntualizar: "Nadie nos había dicho sobre el DNU. Vamos a tener reuniones con técnicos, se va reunir semanalmente esta mesa". Asimismo, reveló que los representantes del oficialismo aseguraron que no se va a "cambiar la voluntad de la ley" y que hubo un planteo sobre "la cantidad de pedidos que se presentaban".

Por su parte, Lospennato recordó que "hasta la Presidencia de (Mauricio) Macri no hubo acceso a la información publica en la Argentina", por lo que cuestionó a quienes "se desgarran la vestiduras y durante tres gobiernos kirchneristas no exigían eso" y subrayó: "Es un derecho adquirido". "Nos dijeron que van a transparentar y no restringir. Francos dijo que si había que hacer una modificación se iba a hacer", destacó.

El jefe de Gabinete, quien iba a liderar la cumbre, no pudo ser de la partida porque en las últimas horas debió ser internado por un "cuadro gastrointestinal agudo" y permanece bajo observación, aunque recibiría pronto el alta de una clínica del barrio porteño de Belgrano. La presencia de "el Jefe" en su lugar fue un pedido de los sectores del PRO, que reclaman que tanto la hermana del Presidente como Santiago Caputo se involucren más en este tipo de reuniones. Pese a las especulaciones sobre la asistencia del asesor presidencial, no se lo vio en el inicio del cónclave.

La meta del encuentro fue consensuar un plan de acción de cara a una dura batalla que los legisladores libertarios y sus aliados deberán dar por estos días en el Congreso donde, por un lado, los propios apuntarán a impedir que la oposición revierta el veto de Milei a la reforma jubilatoria en Diputados este miércoles. 

En tanto, el jueves, desde las 14, los cañones de La Libertad Avanza estarán puestos en frenar la inminente aprobación del proyecto que incrementa el presupuesto universitario y el rechazo al Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) que otorga fondos millonarios a la secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE). A estas amenazas para la gestión podría sumarse un revés a la iniciativa de la Boleta Única de Papel (BUP), que naufraga desde enero en la Cámara alta.

La sesión de los senadores de esta semana fue pactada en la reunión de Labor Parlamentaria del pasado 4 de septiembre en el despacho de la vicepresidenta, Victoria Villarruel. Hasta ese entonces, había incertidumbre sobre el plenario, ya que las tres temáticas socavan intereses contrapuestos entre los diversos bloques.

El kirchnerismo y otros opositores acérrimos pujan para aprobar allí el financiamiento universitario -que incluye un incremento para docentes y no docentes- y por echar por tierra de manera definitiva el decreto que otorga $1.000 millones a la SIDE (ya rechazado en la Cámara baja).

En tanto, la BUP -con reformas- fue impulsada por el Gobierno y sería la única esforzada victoria que podrían anotarse los libertarios si finalmente funciona la acción sobre los aliados y consiguen los votos para la aprobación.