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El editorialista Joaquín Morales Solá apunta en su columna dominical que el primer mandatario repuntó en las encuestas de opinión y la reelección vuelve a aparecer como posible. El crecimiento de su imagen positiva no se debe a estocadas del Poder Judicial contra Cristina Kirchner ni a que se haya despertado la macroeconomía cambiemita.

Según el columnista, fue Bonadio quien le trajo las buenas noticias a Macri, aunque probablemente sin buscarlo. La citación a indagatoria esgrimida por el juez federal al padre del primer mandatario, Franco, y al hermano, Gianfranco, habría producido una nueva inyección de confianza en el electorado. En la semana, el mismo editorialista deslizó que la balacera de Bonadio contra el clan presidencial reforzaba la idea de que el Poder Ejecutivo no controla Comodoro Py y, por ende, no existe tal intento de persecución a Cristina.

El relato de Claudio Uberti, a raíz del cual Bonadio decidió citar a los Macri, llega hasta el año 2007. Para el intervalo comprendido entre 2004 y 2007, la familia Macri sólo tenía el 7% de las acciones de Autopistas del Sol y no tenían ningún representante en el directorio, por lo que a priori demostraría que las decisiones de la compañía no eran tomadas por ningún familiar del presidente. En tanto, el mal estado de salud de Franco Macri le permite evitar declarar ante el magistrado. Por este motivo, la citación a la familia tiene costo cero, al menos por ahora, para el primer mandatario.

Otro dato que Morales Solá desprendió de la encuesta de Poliarquía es que Cristina se mantiene firme como la principal líder de la oposición, con un tercio de imagen positiva, nucleando a los peronistas progresistas con los antimacristas. En el oficialismo, María Eugenia Vidal sube y baja con Macri, y viceversa; por eso, según el columnista, la idea de que la gobernadora bonaerense podría ser la candidata presidencial en caso de que al actual mandatario no le den los números queda descartada, ya que no tracciona por separado al primer mandatario. La conclusión del editorialista remarca que la polarización entre Macri y Cristina sería inevitable.