El deseo repetido de Macri para las elecciones: inflación a la baja y aumento del consumo
Este jueves el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) reveló el número de la inflación de mayo: 3,1 por ciento. El dato dibujó algunas sonrisas en el gobierno, ya que a pesar de no ser mucho más bajo que el índice de abril, (3,4%), mostró una leve desaceleración.
En el Gobierno habrían estado contentos aunque el número hubiera sido igual al mes anterior, ya que significaría que el aumento de precio bajó el ritmo gracias al congelamiento del dólar. Mauricio Macri, entonces, estaría repitiendo la misma fórmula que utilizó para ganar las elecciones de 2017: dólar planchado, créditos Ansés y fomento al consumo. En las últimas semanas dio señales claras de esto.
En primer lugar, el mandatario anunció en abril pasado el relanzamiento de créditos para los beneficiarios de planes o asignaciones. A principios de junio, el total de préstamos dados ya había llegado a las 2 millones de personas. Dos años atrás, la misma operación llegó hasta los 3 millones de beneficiarios.
Por otra parte, el 31 de mayo Macri anunció con bombos y platillos la renovación del plan Ahora 12 con una tasa de interés del 20%, lo que permite que los comercios que deseen brindar cuotas sin interés lo puedan hacer sin una gran pérdida de rentabilidad.
Esta fue la medida que más rápido arrancó a funcionar y se empezó a notar. Sólo días después del anuncio presidencial, las principales cadenas de electrodomésticos volvieron con las promociones de 12 y 18 cuotas en productos seleccionados.
Por último, la parte del plan que más tarda en funcionar pero que es fundamental para que Cambiemos llegue tranquilo a octubre: planchar el dólar para controlar la inflación. Esto se logró gracias al último cambio permitido por el Fondo Monetario Internacional (FMI), intervenir en caso de que haya grandes saltos en el tipo de cambio.
Con el plan en marcha tuvo que morir una de las primeras políticas de Guido Sandleris desde que se encuentra a cargo del Banco Central: la Zona de No Intervención cambiaran, que virtualmente sigue existiendo en 51 pesos por dólar.
Sin embargo, el plan de 2019 intentó sumar un plus, debido al mal contexto económico y falta de confianza de los mercados en la reelección de Macri, se anunció a Miguel Ángel Pichetto como precandidato a vicepresidente del ahora frente Juntos por el Cambio.
La reacción a la fórmula presidencial oficialista sucedió casi de inmediato. A pocos minutos del anuncio, las acciones y bonos argentinos tuvieron una suba histórica, el riesgo país descendió hasta los 845 puntos y, al otro día, el dólar tuvo la mayor baja en mucho tiempo, más del 2%.
De todas formas, existen dos grandes diferencias con lo que fue 2017, año en el que Cambiemos ganó holgadamente las legislativas. Para empezar, fue la primera elección del oficialismo y todavía contaba con el capital de la esperanza y una buena base de imágen positiva.
Por otra parte, la inflación interanual en octubre de hace dos años fue la más baja en mucho tiempo, llegando a alrededor del 20%. Ahora, de continuar la desaceleración, se llegaría con alrededor de 40 puntos.
Así, en un escenario económico que, en principio, no sería tan bueno como el esperado, el Gobierno necesitará más que nunca capitalizar el rechazo a la expresidenta, Cristina Kirchner, y a su formula presidencial.