El desafío de Lavagna que esquiva la grieta: seducir los votos jóvenes para ganar en las urnas
Roberto Lavagna ganó renombre tras ser titular del Ministerio de Economía y Producción en 2002. Gracias a esa gestión logró cosechar gran parte de la imagen positiva que hoy surge en las encuestas.
El problema es que en octubre, buena parte del padrón electoral son adolescentes y jóvenes, algunos que en 2002 ni siquiera habían nacido y no lo conocen, ¿será la edad una barrera electoral?
En el verano comenzó a posicionarse como una de las grandes apuestas de la oposición moderada para las elecciones presidenciales. En diálogo doble con Juan Manuel Urtubey, Sergio Massa, Miguel Ángel Pichetto y las figuras de Alternativa Federal, y a la vez, con dirigentes más alejados del peronismo, como Miguel Lifschitz y Ricardo Alfonsín, se reconoce como candidato natural para aprovechar el vacío que hay en el centro de la grieta entre macristas y kirchneristas.
Pero en medio de la vorágine de campaña, Lavagna tiene grandes desafíos. El primero es, claro, la unidad de todos los sectores que no comulgan con el Gobierno. El segundo, el de mostrarse rígido frente a la posibilidad de ir a una interna: ya aclaró que no competirá con nadie. Y tercero y no menos importante, la diferencia etaria.
En 2019 sólo en provincia de Buenos Aires, hay 1.3 millones de adolescentes de entre 16 y 17 años preparados para votar. En el país, más de la mitad del padrón son adultos jóvenes menores de 40. Algunos de ellos podrían no recordarlo, o en el peor de los casos, no conocerlo siquiera.
Por otro lado, algunas de las encuestas que lo posicionan como el candidato del tercer tercio, arrojan algunos lineamientos interesantes. En la encuesta de Synopsis por ejemplo, existe una tendencia en la población joven y media de ver con buenos ojos a Cristina Fernández, convirtiendo a los electores de entre 30 y 49 años en quienes tienen una mejor imagen de la expresidenta. Esto se revierte con los candidatos del oficialismo. Tanto Mauricio Macri, como María Eugenia Vidal y Lilita Carrió, tienen mayor imagen positiva en el sector poblacional mayor de 65.
Y con Lavagna sucede algo particular, que es que justamente, aumenta su imagen positiva conforme aumenta la edad de los votantes. Esto quiere decir que los más jóvenes, son quienes menos lo votan.
Lavagna, hombre, de 76 años, ligado a un peronismo más bien ortodoxo y de la vieja escuela peronista, deberá entonces hacer un esfuerzo para conectarse con ese sector poblacional que está dispuesto a evaluar candidatos y a transformar los nuevos paradigmas políticos.