El blindaje de Garavano: afianza su relación con la AMIA y se despega de los familiares
La cena anual de la AMIA le sirvió al ministro de Justicia, Germán Garavano, para blidnarse de las acusaciones por supuesto encubrimiento: se mostró junto a la cúpula de la entidad y marcó la distancia de un sector de los familiares de las víctimas, que lo denunciaron por haber desistido de acusar a los exfiscales procesados por encubrir el atentado a la mutual, ocurrido en 1994.
La presencia de Garavano, que se fotografió sonriente junto al titular de la entidad, Agustín Zbar, se interpretó como una señal de buen vínculo con las autoridades comunitarias, que a su vez también tienen diferencias con la agrupación Memoria Activa, que pidió el juicio político del ministro por esa decisión.
Para la asociación que agrupa a familiares de víctimas del atentado a la AMIA, Garavano intervino a favor de los exfiscales Eamon Mullen y José Barbaccia, para librarlos de responsabilidad en el juicio por encubrimiento del ataque. Eso mismo le cuestiona al funcionario nacional la líder de la Coalición Cívica, Elisa Carrió.
El cena reunió en el Hotel Hilton a funcionarios nacionales, legisladores y referentes de la Justicia. El protagonista fue el presidente de la Corte Suprema, Carlos Ronsenkrantz. "Un país sin tradiciones no es un país", aseguró el titular del máximo tribunal del país, uno de los oradores del encuentro.
La velada se desarrolló bajo el lema "125 años reparando el mundo", con el objetivo de recaudar fondos para los diferentes proyectos educativos, culturales y sociales que realiza la AMIA. También dieron el presente la vicepresidenta Gabriela Michetti y el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta.
El canciller Jorge Faurie, el secretario de Derechos Humanos, Claudio Avruj, y el jefe del interbloque de diputados nacionales de Cambiemos, Mario Negri, también participaron del evento organizado por la AMIA.